Todo en el Reino Unido tiene un toque de herrumbre y modernidad, una mezcla que le da personalidad propia, y el mundo del motor no es ajeno a ello. En muchas instituciones y entidades públicas y privadas conviven los viejos tiempos y las formas de hacer de otras épocas con los usos contemporáneos. Y eso sucede en Silverstone, siempre a la vanguardia de la competición de motor, pero que tiene que seguir adelante conforme a esos usos tradicionales.
Silverstone está regido por el BRDC (British Racing Drivers Club), una histórica institución que se define como garante de la historia del deporte del motor británico. Es un club con 850 miembros, mayoritariamente formado por pilotos y expilotos automovilísticos, entre los que aparecen algunos nombres muy conocidos, como Fernando Alonso, único español de tan selecto grupo; Valentino Rossi, el único piloto de motos en activo que forma parte de la institución; John Surtees, único campeón de motos y Fórmula 1; el expiloto oficial de Suzuki Stuart Graham; Pauline Hailwood, viuda de Mike Hailwood; o el mítico actor Michael Caine.
Lo cierto es que Silverstone está a la venta y, según el diario Daily Mail, el grupo Jaguar Land Rover está dispuesto a pagar 32 millones de euros por él. La decisión está en manos de los accionistas, cuyo socio mayoritario es Bernie Ecclestone, también miembro del BRDC. Silverstone posee mucho atractivo, porque además de albergar el Mundial de MotoGP mientras Gales no tenga su circuito, tiene asegurada la Fórmula 1 hasta 2026.
