Shark Skwal-I3, el casco con luz de freno
La segunda generación de casco con luz integrada

Ni hace falta decir que el objetivo principal que persigue un casco es el de protegernos en la medida de lo posible. También hemos visto recientemente que un casco es un sistema de seguridad pasiva, porque actúa cuando el accidente se produce y no tiene capacidad de evitarlo ¿o sí? En este caso tenemos que decir que el nuevo Shark Skwal-I3 sí podría evitar, al menos en parte, los accidentes por alcance.
La gran diferencia de este casco con respecto a cualquier otro del catálogo de Shark, es que incorpora una luz de freno que está integrada dentro del diseño del casco. Hay que decir que aunque este sistema pueda parecer una solución nueva por parte del fabricante galo, la realidad es que Shark lanzó su primer casco con LED en el ya lejano 2015 y este es, en concepto, una evolución del mismo. Eso no implica que sea una adaptación del modelo de hace unos años, y es que como han confirmado en Shark a través de Christophe Fontana, gerente de I+D, el proyecto se ha desarrollado desde cero y ha durado un total de 30 meses.
En ese proceso han conseguido un sistema de frenos inteligente, que hace que las luces se enciendan y se apaguen tres veces por segundo en caso de que se esté realizando una frenada constante, y cinco veces si la frenada es brusca. Gracias a este sistema de funcionamiento, lo que se busca es que el resto de usuarios de la carretera puedan ver con antelación la situación aprovechando lo elevado de la cabeza y, por tanto, de esta luz de freno.
Una de las grandes ventajas y, a la vez, de los grandes desafíos que afrontó el equipo de desarrollo fue el de conseguir que el casco no necesite de ninguna conexión a la moto para que sea efectivo. Para ello han tenido que trabajar en la calibración de los elementos con un acelerómetro triaxial. Es decir, un sensor que mide en tres direcciones diferentes los desplazamientos.
Otro de los desafíos era el de conseguir que la luz fuera lo más visible posible y que, a la vez, estuviera integrada de una manera estética dentro del casco. A la vista de las fotos el objetivo lo han cumplido. Por si todo esto fuera poco, no solo es que el modelo cuente con las luces de freno, es que integra delante también unos LEDS delanteros para intentar ser vistos por el retrovisor de los otros usuarios. Ese sistema, que puede parecer incluso estético, en condiciones de baja visibilidad y con tráfico puede suponer la diferencia entre que seamos vistos o no.
Precisamente estos LEDS delanteros pueden modificarse con tres modos de funcionamiento, no así los traseros que no pueden ser manipulados. Se estima que la batería integrada es capaz de ofrecer 12 horas de uso tras una carga de tres horas que se realiza mediante la toma USB que integra el casco. Además, el usuario no debe preocuparse en exceso, pues el sistema de suspensión entra en funcionamiento tras dos minutos sin detectar movimiento y si en 24 horas no vuelve a haberlo, el sistema se apaga por completo para no gastar batería.
En lo que respecta al resto de medidas de seguridad, el apartado de la seguridad pasiva, hay que decir que el casco pasa la nueva normativa ECE 22:06 por lo que se han introducido diferentes materiales interiores, aunque la calota externa sigue siendo de policarbonato. En cuanto al precio, estamos ante un modelo que hemos localizado en diferentes tiendas rondando los 250-260 euros.