Las pruebas de cascos SHARP comenzaron en el otoño de 2007 y los primeros resultados comenzaron a publicarse en en junio de 2008.
SHARP es un organismo gubernamental británico, por tanto independiente y adquiere sus unidades de prueba en comercios para evitar que los fabricantes le den gato por liebre.
El SHARP Rating refleja el rendimiento de cada modelo de casco tras una serie de pruebas de laboratorio avanzadas, puntuando cada casco en una escala de 1 a 5 estrellas.
Todos los cascos deben cumplir con unas mínimas normas legales sobre seguridad, pero el régimen SHARP utiliza una gama más amplia de pruebas que las legalmente exigidas para ofrecer más información sobre el nivel de protección que un casco de moto puede aportarnos en caso de accidente.
El catálogo de cascos estudiados por Sharp es amplio, aunque aun no cubre gran parte de la oferta de modelos y marcas del mercado (por ejemplo, a la fecha de publicación de este artículo, sólo tienen un modelo de Schuberth y ninguno BMW). Teniendo siempre presente que esta muestra está incompleta, los cascos más seguros a día de hoy para SHARP son:
AGV S-4, Arai GP5x, Bell M1, HJC HQ-1, Lazer LZ6 y Shark RSR2.
Mas caro no tiene por qué significar más seguro
La primera conclusión que podemos sacar de las valoraciones SAHRP es algo que sospechábamos: no existe una relación directa entre el precio y la seguridad de un casco así que, aunque la seguridad no tiene precio, no debemos dejarnos llevar por esta máxima a la hora de seleccionar un nuevo cascarón para nuestras preciadas cabezas. La marca seleccionada, las calidades de los acabados, la capacidad de insonorización, la decoración… son cosas que también gravan el precio final de un casco y que, si bien pueden redundar en más confort, no suponen un aumento de la seguridad.
