Suzuki GS500: versiones, y cómo saber de qué año es una moto usada

Nuestra amiga Gloria nos envía una consulta referente a la Suzuki GS 500: quiere saber cómo puede diferenciar una GS500 del año 2000 y una del 2010. Está detrás de comprar una, pero no sabe de qué año es (le dicen que 2008 pero no se lo parece).
La Suzuki GS500 fue uno de los modelos más longevos de nuestro mercado: desde su aparición un lejano 1990 (modelo 1991) hasta que la llegada de la norma Euro 3 la dejó obsoleta en 2007 (y aún se vendieron unos años las que quedaban). Por eso, y porque es un modelo muy robusto, se encuentran muchas de segunda (y tercera, y cuarta…) mano, y es una buena compra en general. Con carné A2 (límite 48 CV) hay que estar un poco al tanto de qué versión compramos, porque sólo las últimas tenían esa potencia (originalmente declaraba 52 CV, otra cosa es los que daba de verdad). Pero mecánicamente hubo pocos cambios, más allá de algunas piezas (como los frenos) cuando se montaron las últimas en la fábrica de España (por desgracia cerrada hace tiempo).
De las GS500, aparte de una versión en los últimos tiempos con carenado, hubo dos versiones según la posición de pilotaje. Mientras que la versión más moderna de la GS500E coloca al piloto digamos en una postura naked, con su manillar plano, la versión más antigua lo hacía en una posición “racing”, con sus semimanillares anclados por encima de la tija superior. Aparte de esto, el colín de la más antigua tiene una forma muy recogida, al estilo de los 1980, mientras que la moderna muestra unas formas curvas más generosas, extendiéndose por los lados y por el final del asiento.
¿Cómo sabes de qué año es la moto que vas a comprar? Pues la matrícula y el número de chasis son la clave. La matrícula, porque obviamente te dará cuándo se hizo esa placa: si es del año 2000 o anterior, en España será todavía placa provincial (no de las de tres letras). En cualquier caso en internet hay varias páginas web que te dan (gratuitamente) a qué año corresponde una placa: sería el primer paso.
El siguiente paso, en cualquier operación de compraventa de ocasión, es pedir un informe de ese vehículo a la DGT. Esto se puede hacer a través de su página y aunque tiene un coste (unos diez euros) recomendamos hacerlo SIEMPRE que nos interese mínimamente un vehículo, moto o coche. En ese informe sabremos cuándo se matriculó por primera vez, cuántos propietarios ha tenido, si hay algún embargo pendiente, si ha tenido algún periodo de baja… Ahí estará toda la verdad, desde el punto de vista legal, de la moto (o coche), y a veces se descubren otras cosas por ahí. No sólo cuántos propietarios ha tenido o cuánto hace que la tiene quien te la vende (puede ser sospechoso si hace poco), también si ha estado de baja un tiempo (accidente grave) o si tiene algún cargo pendiente.