Suzuki Slabshot GSX-R1000: sabor a los 80`s y 90’s
¡Que vivan los colores flúor!

Siempre que se mira atrás en el pasado lo primero que nos choca es la moda, aunque luego estas sean cíclicas y en muchos casos terminen por volver. Pero la tendencia que marcaron los últimos tiempos de los ochenta y los albores de los noventa fueron todavía más especiales. Los colores flúor (o fosforitos, como se decía al menos en mi familia) entraron de lleno en el día a día. Así que no es de extrañar que cuando se busca captar la esencia de aquellos años se recurra a ellos.
Eso es lo que ha hecho el preparador británico Marc Bell con una Suzuki GSX-R1000 de 2009, en una combinación exquisita. A muchos nos lleva de vuelta a los tiempos en que “Los mundos de Yupi” estaban en emisión, y el mundo lo intentaban dominar los Yuppies desde sus oficinas y desde la calle con aquellos primeros móviles. Pero volviendo a esta joya que tenemos delante, no son sólo sus colores lo que llama la atención ni el único trabajo que tiene hecho.
Como puedes observar, en poco se parece esta moto a la GSX-R a pesar de que tanto el chasis como el motor y el resto de la parte ciclo pertenecen a ella. El cambio más significativo llega de la mano de la carrocería, creada a mano en su totalidad por Bell partiendo desde un diseño de cartón. El depósito también es diferente, mucho más redondo y abultado que los modernos, aunque en este caso es una adaptación de un Slingshot. Precisamente justo por encima del depósito vemos las entradas de aire, eliminando los conductos rígidos de la GSX-R originales para traernos de vuelta los tan carismáticos tubos articulados.

Pero hay más y es que los cambios no son sólo estéticos, ya que se han incluido elementos actuales y prácticos como son botoneras adaptadas, latiguillos metálicos, puño rápido, sistema de llave remota, un nuevo escape… es decir, actualizando la moto para que no fuera sólo una cara bonita. Precisamente, parte de esa cara bonita llega con el cepillado del chasis y el basculante, que solamente con perder el negro característico que emplea Suzuki y dejar el aluminio cepillado refuerza el estilo ochentero-noventero de la moto.
Aunque, quizás, la mejor noticia de todas es que es una moto que puede circular legalmente por la calle, ya que no le falta ningún elemento legal para hacerlo. La parte mala es que, como podías hacerte una idea mientras leías, no será especialmente barata. A pesar de que se producirán varias unidades, se estima que el precio final se sitúe entre las 25.000 y 30.000 libras, que con el cambio actual estaríamos hablando de entre 28.000 y 34.000 euros, una cantidad no apta para todos los bolsillos.