Hoy, 18 de abril de 2024, se han cumplido justo 20 años desde uno de los momentos históricos que nos ha deparado la era MotoGP. Pero también es uno de los hitos más importantes en la carrera deportiva de Valentino Rossi.
Viajamos en el tiempo hasta el 18 de abril de 2004. Ese día y contra todo pronóstico, Valentino Rossi venció a Max Biaggi. La rivalidad entre ambos estaba en todo lo alto, pero aquello supuso un antes y un después en el reparto de poder, tanto entre ellos como entre Honda y Yamaha.
Pero vámonos un poco más atrás. MotoGP había llegado en 2002 pero de una manera un poco descafeinada, con la mayoría de la parrilla sobre motos de dos tiempos y solamente 6 pilotos (al principio de año) con las nuevas cuatro tiempos. De esos dos pilotos, Valentino Rossi fue el más rápido y efectivo y la supremacía de Honda era evidente, así que se llevó el título. Y en 2003, aunque ya casi toda la parrilla tenía las nuevas cuatro tiempos, Valentino volvió a arrasar con la Honda.
Los dimes y diretes sobre que Rossi vencía por la moto que tenía y no por su talento, terminaron por precipitar un salto del todo inesperado. Y es que para 2004, Valentino Rossi había fichado por Yamaha. Cuentan que el trato se cerró debajo de una mesa en un encuentro furtivo, pero eso es otra historia.
Lo importante es que en ese momento, la Honda era indiscutiblemente la mejor moto de la parrilla, mientras que la Yamaha estaba muy lejos. Conceptualmente no tenían nada que ver, y en cuanto a rendimiento tampoco, así que el equilibrio de poder de los últimos años, a pesar de que Yamaha no ganase un título desde 1992, se había roto del todo. Nadie apostaba por Yamaha cuando Valentino lo hizo.
Entonces se acabó 2003 con Valentino ganando en Valencia y cerrando su etapa en Honda, que le prohibió por contrato subirse a la moto hasta el 1 de enero de 2004. Así que podemos decir que Yamaha había perdido el invierno al no contar con las indicaciones de Valentino Rossi y, por tanto, las posibilidades de ganar ese 18 de abril de 2004.
Y el 18 de abril de 2004 sucedió lo inesperado
Por suerte para nosotros, el motociclismo es un deporte en el que hay muchos factores en juego, y en los albores de MotoGP la parte humana tenía todavía muchas más capacidades de marcar diferencia.
Hay que recordar que los clasificatorios de aquella época eran dos, uno el viernes y otro el sábado. Pero ya había la sensación de que Valentino podía hacer magia porque logró la pole, ante un enjambre de Honda detrás que no pudieron sino, doblegarse ,ante la velocidad a una vuelta del italiano.
Con Rossi en la primera posición de parrilla arrancó la carrera y ahí las cosas fueron si cabe más complicadas para Valentino. Estuvo vigilado gran parte de la carrera por Biaggi, que parecía estar al acecho, esperando su momento. Max pasó a liderar incluso la carrera en varias vueltas, pero se guardaba el ataque máximo para el final.
Lucharon con todo hasta la última vuelta, hasta la última curva, hasta la misma línea de meta, con Rossi adelantando a Max en una maniobra en la que quedaba claro que Rossi iba a por todas.
Como hemos contado, Valentino ganó la carrera y tuvo ese momento que inmortalizaron las cámaras y que tenía tanto de sentimiento como de aviso a navegantes, pero también se hizo con el título al final de año y lo mismo pasó en 2005.
Luego llegaron dos años complicados en los que no pudo lograr el título, pero en 2008 y 2009 lo consiguió. Y más tarde llegaron los tres títulos de Lorenzo y el de Fabio Quartararo que seguían, de alguna manera, la línea marcada por Valentino.
Gracias a aquella carrera del 18 de abril de 2004, la mejor de su carrera según el propio Vale, la dinámica de MotoGP cambió y la Yamaha M1 pasó de ser un patito feo a la más deseada. Ahora, de nuevo, la M1 es un patito feo. Pero recuerda que, a veces, se convierten en cisnes…
