Buenas noticias para los conductores españoles. Ayer miércoles, la directora general de la Dirección General de Tráfico (DGT), María Seguí, anunció que todos los radares instalados en las carreteras españolas serán visibles. Absolutamente todos, incluidos los móviles, uno de nuestros mayores quebraderos de cabeza.
Además de ser visibles, en palabras de Seguí, medirán igual y distinguirán el tipo de vehículo que comete la infracción, con vistas a que estos sistemas sean lo más efectivos posibles, y que su objetivo se limite a castigar a los infractores. Este anuncio se ha hecho durante la comparecencia de Seguí en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso.
Respecto a los radares móviles, estos verán modificada su ubicación, que ahora se concentrará en las carreteras secundarias, los emplazamientos donde se registra el mayor porcentaje de víctimas en accidentes de tráfico (80%). Para recalcar el carácter preventivo de esta medida la DGT publicará en los próximos días una lista con los 1.200 tramos en los que se intensificará el control de la seguridad.
Otro de los puntos interesantes de la comparecencia de Seguí estuvo cuando habló sobre el margen de error de estos radares. La directora general se mantuvo fiel a legalidad vigente, explicando que los radares se activarán cuando se supere en 8 km/h el límite establecido en el caso de las carreteras cuyos límites comprendan entre los 30 y los 90 kilómetros por hora.
En las carreteras limitadas a 100 km/h, el radar saltará a partir de los 109 km/h, mientras que en las de 110 lo hará a 120 kilómetros por hora. Por su parte, en las autopistas que cuenten con una velocidad máxima de 120 km/h, sus radares saltarán a 131, misma cifra que las calzadas que incrementen su límite a 130.
