Triumph y la historia de la moto deportiva del siglo XX
Triumph Motorcycles nació en 1902

Cuando Jack Marshall ganó el TT de la Isla de Man en 1908 en la categoría de monocilíndricas sobre una Triumph a una velocidad media de 64.4 km/h, la firma británica asumió que la competición formaba parte de su ADN. Las dos grandes guerras truncaron los proyectos iniciales pero los años 50 supusieron el relanzamiento de la compañía.

Conquista americana
El piloto estadounidense Buddy Elmore marcó un punto de inflexión en la historia al ganar las 200 Millas de Daytona de 1966 remontando desde la 46ª posición de la parrilla sobre una Tiger 100 prototipo de 500 cc. Un año después Triumph presentó la Daytona, sinónimo de la máxima deportividad británica desde entonces. Gary Nixon tomó el relevo de Elmore, sumando dos títulos consecutivos en Daytona para el equipo Triumph Works además de los campeonatos AMA Grand National de 1967 y 1968.

El 1969 el piloto de pruebas oficial de Triumph, Percy Tait, demostró su competitividad en el trazado de Spa-Francorchamps con motivo del GP de Bélgica de 500 cc. Su excelente actuación, en la que lideró parte de la carrera por delante del campeón mundial Giacomo Agostini (MV Agusta) pilotando una Daytona, le llevó a terminar segundo tras 13 vueltas con una velocidad media de 186,7 km/h.
Estas victorias, junto a los récords de velocidad que la firma consiguió en las salinas de Bonneville y la potente imagen de Evel Knievel con su salto sobre la fuente del Caesars Palace en 1967, dieron alas a Triumph.

Malcolm Uphill marcó un hito también al ganar en la categoría Production TT de la Isla de Man en 1969, consiguiendo que una Triumph fuese la primera moto de serie en hacer una vuelta en el TT a una media de 161 km/h (100 millas por hora). Las victorias en la misma categoría se sucedieron hasta conseguir un quinto entorchado consecutivo con la Trident 750, más conocida como "Slippery Sam".
Renacimiento
En la década de los 80 la irrupción de las fábricas japonesas en Europa, con modelos pluricilíndricos deportivos y chasis de aluminio debilitó la industria del Viejo Continente, hasta que la nueva Daytona 750 volvió a brillar en los concesionarios en 1991. Esta moto encabezó el plantel de novedades concebidas por el equipo del nuevo dueño de Triumph, el empresario John Bloor, modelos presentes en el Salón de Colonia (Alemania) de 1990. Así, la primera Daytona moderna lució junto a sus hermanas naked tricilíndricas (Trident 750 y 90) y las ruteras Trophy 900/1200.

El año pasado, Triumph presentó en sociedad su Daytona Moto2 765 Edición Limitada aprovechando la celebración del GP de Gran Bretaña de MotoGP, la última supersport matriculable inspirada en las motos del Mundial de Moto2: 1.530 unidades para todo el mundo, 130 CV, carrocería de carbono y suspensión Öhlins entre otras especificaciones.