Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

Un año más difícil de lo esperado

Esta temporada está resultando más difícil de lo normal, tanto para el equipo como para mí, y eso que pintaba muy bien, con ganas de dominar el año, pero a veces pasan cosas que uno no puede controlar.

Este año comenzábamos el proyecto con material competitivo, contábamos con una nueva moto, la Suter, el equipo ya poseía mucha experiencia con esa máquina, ya que desarrolló el primer proyecto durante el 2009 con motor Yamaha, y el nuevo modelo 2010 estaba mejor acabado.

El primer contratiempo que tuve fue una maldita lesión que a día de hoy me sigue dando molestias. Un mes antes del primer test, me fui a practicar un poco de snowboard con mi cuñado. Yo normalmente no hago estupideces en la nieve, algún salto sí que hago, pero en plan de cachondeo. Lo que sí me gusta es bajar a toda pastilla… En una de esas bajadas, estaba disfrutando de la buena nieve que había, bajaba a toda leche y de repente escucho a un tío, ¡¡cuidadooo!! y ¡PUMBA! me dio por detrás y me di un hostión de los fuertes. De repente noté algo en el hombro y pensé.. “Ay, ay, ay, creo que…”

Me fui directo para el coche, y creo que nunca he sentido tanto dolor en una lesión. Y eso que he tenido alguna que otra.

Mi cuñado que tenía ganas de acabar de esquiar para irnos a una masia catalana a pegarnos una buena comilona, cuando le dije que tirara para la clínica a mirarme esto urgente, no se lo acababa de creer, que disgusto le dí.

Parte: Fisura del Troquiter, y una contusión de esas. Vamos, para un mes… Al cabo de tres semanas y algo fui a Albacete para el primer test, ¡qué dolor! No estuve muy fino, los rivales nos dieron un “poquiyo”… por suerte tenía algo de tiempo por delante para ponerme a tono.

El segundo test en Valencia ya fue mejor, y conseguimos ser ya los más rápidos: estábamos preparados para la primera carrera.

Estando ya en la primera prueba, Montmeló, los entrenamientos no fueron mal del todo, fuimos de menos a más, teníamos ritmo para luchar por ganar, pero a veces eso no es suficiente.. Estando en la parrilla de salida, en la segunda posición, cartel de “ motores en marcha”. Nos liamos a arrancar mi moto, y que no quería.. ¡Bufff! Qué mal momento para que no arranque, en todo el fin de semana sin problemas, y precisamente en ese instante no quiere arrancar. La moto empujando dirección pit-lane, ¡qué frustración! Era un problema eléctrico, posiblemente de un relé. Arranco, pero los rivales ya llevaban una vuelta de ventaja. Salí a probar la puesta a punto con la que decidimos salir a carrera, y la verdad que funcionó bastante bien, conseguí el mejor ritmo de carrera incluida la vuelta rápida, pero a una vuelta no se pueden hacer milagros. Resumen: 0 puntos. Empezamos bien el año.

Albacete, segunda carrera. Llegábamos súper motivados, conseguimos la pole, estábamos preparados. Cuando nos disponíamos a quitar los calentadores, empiezan a caer las primeras gotas.. ¡NOOO! todo empieza de cero.. Empieza la carrera, lloviendo y con slicks, ¡qué cague! Y encima yo no puedo cometer ni un solo error más en todo el año. En la vuelta 4 sacan bandera roja, la carrera se decidirá a dos mangas. La segunda manga salí de parrilla el octavo, salí bien, pero pillé todo el embudo a final de recta, o sea que noveno. Tenía que pasarlos a todos y si quería ganar encima tenía que sacarle 2 segundos más, para la suma de tiempos. Fue una carrera bonita, adelantar a todos esos rivales en unas 6 vueltas fue excitante, y luego seguir tirando hasta ver en la pizarra + 2.3… pero a falta de tres vueltas la lluvia volvió, y por no cometer ningún error aflojé un poco.. ¡No gané por 2 décimas! otra posible victoria desaparecía…

Jerez, 3ª. Allí llegó la victoria, con pole incluida. Nos ponemos segundos a 7 puntos del líder. Descalificaron a Kev Coghlan, segundo clasificado. Su moto corría mucho, se notaba demasiado…

Llegamos a Alcañiz, después del famoso palo que me di en Montmeló. Pensaba que llegaba en buenas condiciones, pero según pasaban los entrenamientos cada vez me era más difícil frenar fuerte, se avecinaba el desastre, ¡otra vez, otro infortunio..! Cuando empiezo a levantar cabeza, otra adversidad. Logré hacer sexto, una lástima, porque a falta de dos vueltas para finalizar iba cuarto. Acabé destrozado, y con una sensación muy extraña en mi cuerpo, notaba que algo ahí dentro no andaba fino.. Diagnóstico: el que todos ya sabéis, la espalda rota. Ahora sí que se me complicaba el campeonato. Tenía todo el verano para descansar y meditar.

Despues de un verano demasiado largo y sin poder mantener mi forma, llegamos a la quinta prueba en Albacete con unas ganas terribles de montar en moto. Parece mentira lo importante que es la motivación en el deporte, imaginaos no hacer nada de nada durante el verano, mientras que vuestros rivales se entrenan a tope. Llegas a Albacete y como diría Jaime Fdez – Avilés (mi jefe): “¡Pero bueno chico! Vaya chori les has metido… Tú te has trastornado este verano, ¡o qué?”

Parece que volvemos a estar bien situados en el campeonato, lideres con 7 puntos de ventaja, pero no puedo dejar de pensar en todo lo que ha pasado y lo que podría pasar. Hay que estar muy atentos al final de temporada, lo espero ansiosamente.

Por cierto, después de Albacete me ofrecieron correr de sustituto con una Moriwaki con el Team Matteoni en el Gran Premio de Aragón, pero no me sentía al 100%. Espero que lleguen más oportunidades.

Relacionados

Lo último

Lo más leído