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Una Suzuki GSX-R1000 también sirve para el enduro: ¿es la flecha o el indio?

Fotos: Motoblog.it
Se suele decir habitualmente que es el indio y no la flecha lo que realmente marca la diferencia. Este dicho se cumple a la perfección cuando vemos como un piloto fue capaz de completar la Baja 500 Portalegre nada menos que sobre una Suzuki GSX-R1000 con unas mínimas modificaciones.
Seguro que alguno se acuerda cuando en 2015 os contamos la historia de *Mikel Louvelli*, que completó la *Basella Race* nada menos «que sobre un scooter»:https://www.soymotero.net/la-basella-race-1-2015-a-bordo-de-un-scooter-15378 preparado para tal ocasión. No es algo habitual, pero sí es cierto que de vez en cuando nos encontramos con algún chalado empeñado en completar pruebas offroad con *motos que claramente no han sido diseñados para ello.* Este es el caso por ejemplo de *Ricardo Domingos*. Para los que no lo conozcan, es un stunt portugués al que le encanta hacer locuras como por ejemplo montar un motor de Suzuki GSX-R1000 con turbo en un Smart ForTwo. Para la pasada edición de la *Baja 500 Portalegre* no se le ocurrió otra cosa que participar con una *Suzuki GSX-R1000* con unas mínimas modificaciones. Y no, no te creas que se quedó tirado sin completar los más de 200 km de los que consta la prueba. *Llegó al final y además lo hizo en la posición 24* de la categoría Hobby, reservada para amateurs, y donde había 70 inscritos. Ricardo Domingos en la Baja 500 Portalegre Aunque la prueba tuvo lugar hace algunos meses, los compañeros de «Motoblog.it»:http://www.motoblog.it/post/954742/si-iscrive-a-una-gara-di-enduro-con-una-suzuki-gsx-r-1000 han podido hablar con el propio Ricardo, el cual les ha contado *algunos secretos sobre lo que le tuvo que hacer a la Suzuki* para conseguir enfrentarse a tal reto. Lo primero fue montar unos *neumáticos offroad* así como un *manillar alto* que le permitiese ir de pie sobre las estriberas en una postura _algo_ más cómoda (aunque no mucho, seguro). A nivel de *electrónica*, la fiera se domesticó con el mapa de agua y se dejo que el control de tracción actuase allí donde fuese necesario para conseguir tener más o menos todo controlado en situaciones críticas. Por último las *suspensiones* se modificaron para conseguir un tarado más suave y con ello mejorar la tracción y la absorción de baches. Aun así el esfuerzo de los *221 km* tuvieron consecuencias en la Suzuki. A falta de 50 km para el final, *el amortiguador trasero dijo basta* y se quedó únicamente con el muelle pero sin ningún tipo de retención hidráulica. El *portamatrículas y el faro* trasero tampoco salieron bien parados y se quedaron por los caminos portugueses. Aun así, reconocemos que es toda una proeza que dicho sea de paso, *roza la locura*.

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