Dice Graziano Rossi, padre de la criatura, que Valentino odia a todos sus rivales y cuanto más rápido van ellos, más les odia él. Como ésto sea cierto su estado de ánimo debe estar muy cercano a la cólera porque este año lo ha perdido todo: el campeonato, su querida y criada M1, su fábrica, su récord de mayor número de puntos en un campeonato y, lo que a la larga puede resultar más importante, su imagen como hombre de referencia en parrilla ha quedado seriamente dañada.
La lista de bajas es demasiado larga para un piloto al que se le va el mundial muy pronto, en la cuarta carrera tras la caída en Mugello. Perdido el mundial, The Doctor intentó salvaguardar el resto de territorios que todo rey de MotoGP tiene bajo su gobierno, pero su suerte no fue mejor. Si es cierto que el año fue muy duro para él en el apartado físico no es menos cierto que ha acabado corriendo 14 de 18 carreras de las cuales sólo ha ganado 2. Pedrosa ha corrido 15 pero ha ganado 4. La máquina de hacer estadística que Valentino usaba cada campeonato para dilapidar records con voracidad caníbal estaba en el otro lado del box, tremendo Lorenzo.
Este año ha tenido para él varios momentos críticos, que ya sea por un motivo o por otro no se han resuelto a favor del italiano. Comenzando por las lesiones, la fractura abierta de tibia y peroné sufrida en los entrenamientos de Mugello es escalofriante. Nunca antes Vale se había perdido una carrera y ahora se iba a perder todo el mundial, o eso es lo que parecía a tenor de los primeros diagnósticos y declaraciones. Reapareció como por arte de magia tras 4 carreras haciendo 5º cuando la mayoría pensábamos que tardaría meses en rodar. Y cuando era posible la vuelta a la lucha por el título reaparecen los problemas de una la lesión en el hombro que se hizo en pretemporada practicando motocross. A juzgar por la cantidad de líneas que se han escrito sobre ella es el cartílago más famoso de la historia de MotoGP que ha acompañado a Valentino por todas las ruedas de prensa este 2010, ¿cómo es posible que no se operara el hombro cuando paró por la pierna? Le diagnosticaron reposo cuando el campeonato estaba para empezar y en las posteriores palabras del doctor Villamor: “si Rossi está pilotando y usando su hombro, no se curará” y no se curó. Finalmente parece que tendrá que ser operado. Parece mucho error de diagnostico para el que según Sports Illustrated, es el séptimo deportista no estadounidense con mayores ganancias de 2010, digo yo que no será por médicos.
Rossi con el equipo Repsol Honda HRC.
Pero a estas alturas, Valentino ya corría en otro campeonato, el de la renovación. Para entender la situación vivida en el 2010 permitidme narraos una vieja historia, la de Masao Furusawa, jefe de Yamaha. Sensei Furusawa fue un visionario allá por el 2004 cuando, en una jugada maestra que pasará a la historia, le quitó a Honda su piloto cambiando para siempre el rumbo de la categoría reina. Hay que señalar al mismo tiempo el error de cálculo de HRC, que contaba por aquel entonces con una superioridad técnica abrumadora respecto al resto de las fábricas que les llevo a pensar que cualquiera que se subiera a su moto sería campeón, la teoría del ingeniero por encima del piloto. Erraron en Honda y de qué manera, sólo 1 título en los 7 años posteriores. Valentino, capaz de ganar 2 campeonatos consecutivos con dos fábricas diferentes, es más, gano la última carrera de 2003 con la Honda y la primera de 2004 con Yamaha, se encontró al llegar con una moto que era un desastre, tanto él como su inseparable Jerry Burgess han colocado como la moto de referencia en parrilla. Algo más que agradecer a Vale, su desarrollo de la M1 ha acabado por permitir a Lorenzo ser el campeón 2010 porque, aunque le fastidie al mallorquín cuando el italiano se lo reprocha en los medios, el desarrollo de la actual M1 es cosa de Rossi.
En este año de renovaciones múltiples en que se ha convertido 2010, con más interés mediático en los despachos que en la pista, Yamaha no quería desprenderse de ninguno de sus dos pilotos oficiales y lo que estaba claro es que Furusawa no quería desprenderse de Valentino como buque insignia de la fábrica de Iwata en el año de su jubilación. Menuda herencia, abandonar al piloto que te ha situado con más victorias que tu enemigo. Que curioso sería que a Yamaha le pasara lo mismo que a Honda tras la marcha de Vale.
El bendito problema que tenía el bueno de Masao es que Lorenzo había gobernado con mano de hierro durante la ausencia del italiano, ya pintaba campeón y el futuro esta de su lado. El nipón vio entonces la jugada, ofrecieron una renovación con menos dólares en el contrato de Valentino argumentando el estado de la economía mundial y pasando ese dinero ahorrado al contrato de Lorenzo. No hay duda que la jugada era muy buena para Yamaha, mismo coste en contratos y te aseguras en tu equipo a los que a mi parecer son los dos mejores pilotos a día de hoy en parrilla. Y todo hubiera ido bien si Valentino no hubiera sacado a relucir historia, galones y títulos para decir a Yamaha que lo del contrato no le parecía bien y apoyado en su historia en común con Furusawa lanzo un: o Lorenzo o Rossi. El resto ya es historia y sólo el tiempo dirá si acertó con su ultimátum o no.
Pese haber elegido a Jorge no creo que en Yamaha dejen de ser conscientes que Valentino Rossi se merece una enorme estatua en la entrada de la fábrica en Iwata como Michael Jordan la tiene delante del United Center en Chicago, que Valentino Rossi ha hecho más por Yamaha que Yamaha por Valentino y que si retiras a Valentino con tus colores, su inmortal leyenda quedará vinculada a tu fabrica para siempre. En Yamaha creen en todo ésto como lo creo yo, pero tienen que comprobar si ya tienen al próximo Rossi dentro del box.
No deja de ser digno de resaltar cómo el japonés admite sus discrepancias sobre el desarrollo de los acontecimientos cuando con posterioridad al anuncio del fichaje de Valentino por Ducati, declara que las puertas de Yamaha se abrirán nuevamente a Rossi cuando acabe su contrato con la fábrica italiana. Furusawa quisiera que Vale se retiré en Yamaha y aún entendiendo que todo puede pasar en el paddock, yo no apostaría por el regreso.
By by baby.
El italiano, como buen latino, ha encarado ésto como un novio despechado, con la M1 en el papel de amada. Con camiseta de Bye bye Baby incluida o arrodillado besando el carenado. También hay carta de despedida manuscrita en este romance, con una clara explicación de cómo se encontró un desastre de moto al llegar y los años invertidos para convertirla en la moto mas deseada de la parrilla, argumentando como ha hecho una y mil veces que Lorenzo ganaba con la moto que él había hecho. Son cosas del amor, pero la carta sonaba a portazo por su despecho a Yamaha mucho más que de ilusión por Ducati.
Y hablando de amor, Ducati ya había intentado fichar a Valentino en dos ocasiones con firmeza tratando de hacer realidad el sueño de toda Italia y sobre todo de Filippo Preziosi, capo de Ducati y amigo personal de Vale. Había que ver su cara en el entrenamiento de post-temporada cuando vio al 46 con la Desmocedici, os aseguro que se ve claramente el amor en su rostro. Pero ante las proposiciones el de Tavullia se mantuvo fiel a la M1. Lo que os digo, serán cosas del amor.
Dejadme hacer hincapié en que tampoco tenía donde ir, es decir: Kawa ya no está, Suzuki no tiene moto, a Honda no vas a volver y estas saliendo de Yamaha … sólo te queda Ducati. No se si por sus problemas con Livio Suppo, por hacer motos difíciles de llevar o por la falta de presupuesto frente a los japoneses pero Valentino nunca pensó en la fábrica de Borgo Panigale. Esta obligación que no elección de ir a Ducati en 2011 me produce cierto recelo a pesar que la Desmosedici 2011 es a priori mucho mejor que la M1 que se encontró en el 2004.
Y con estas aventuras estamos con casi medio campeonato por disputar y Valentino se queda sin motivación para competir, sin motivaciones para ganar, sin campeonato, sin moto y sin fábrica. Su único objetivo fue obtener el permiso de Yamaha para probar la Ducati al finalizar la temporada, sin duda una pobre motivación para el campeón. Amenazó con bajarse de la moto a falta de 5 carreras con dichoso hombro de por medio, en unos movimientos susceptibles de ser entendidos como una negociación con Yamaha buscando no tener problemas al final de temporada, recordar que Valentino es piloto de Yamaha hasta Enero de 2011 y no puede por contrato probar otra sin el consentimiento de Yamaha. Finalmente, Valentino prueba la Ducati pintada de negro con el 46 en el carenado el 9 de Noviembre.
Pero es que además, para rematar la faena, en esas últimas carreras lejos de apoltronarse en el título obtenido en Malasia, carrera ganada por Vale en un mano a mano que resulta ser lo mejor del año, Jorge Lorenzo machaca el récord de puntos en un campeonato ganando con mucha autoridad en Estoril y Cheste con remontada incluida. Valentino pierde el mano a mano de final de carrera en Estoril y no puede seguir el ritmo del mallorquín, el italiano no vivía un desenlace negativo en un mano a mano desde Estoril 2006, en aquella ocasión con Toni Elías. Además venía bastante crecido después de ganarle el uno contra uno a Lorenzo en Sepang, con ramillete de declaraciones por ambas partes incluida, y esta derrota en Portugal con seguimiento masivo en prensa fue dura, muy dura para el ego del campeón italiano.
Adiós M1 adiós.
No es la primera vez que alguien se proclama campeón en el coto privado de Rossi, la primera década del siglo se salda con 7 títulos de 10 posibles, sobran las palabras. Pero si en las ocasiones anteriores, Hayden 2006 y Stoner 2007, se daba por supuesto el retorno al trono del rey de la categoría, actualmente (añadiendo además el cambio de moto) ya no se da por supuesto nada.
Si hay alguien está en situación de dar la vuelta a todo esto ese es el mayor Dios de la historia del motociclismo moderno, que ha pasado por momentos en que la falta de retos casi le llevan a cambiar manillares por volante, se encuentra ante el que posiblemente tenga el mayor reto de su carrera deportiva. Hacer que la gallina vieja cambie el rumbo del mundial como hizo en el 2004 es su próximo y suculento caldo. Este último gran reto es sin duda mayor, ha de verlo como un regalo que se le hace ya mucho más cerca de su retirada que de sus comienzos. Si lo realizara sería algo absolutamente incomparable.
Si es cierto como dice su padre que la ira es alimento para Valentino, para este invierno no le recomendaría sus habituales y agradables paseos en yate por Ibiza, ni pizzas artesanas en Tavullia arropado por los suyos. Le auguro un futuro revisando vídeos de las victorias de Lorenzo, mirando con angustia sus antiguas fotos con su amada M1, rememorando el despecho de Furusawa o lo que estime necesario y conveniente para fomentar su ira, hacer mayor su odio y acrecentar su cólera, la cólera de Dios.
