Ventajas del scooter frente a la moto

Scooter, moto… si pusiésemos cada vehículo en un lado de la balanza sería difícil decantarnos por uno y otro. A priori, el scooter parece mucho mejor dotado y resuelto para desenvolverse en ciudad. Además cuenta con algunas ventajas innatas que lo diferencia y lo posicionan un paso por delante de una moto convencional. Veamos la siete ventajas que presenta un scooter sobre una moto:

1. El scooter es más fácil de conducir

Un scooter, sobre todo si es de 125 cc, se puede conducir con la convalidación del permiso de conducir B de coche. De esta forma te evitarás el trámite y el gasto económico de tener que pasar por la autoescuela para acceder al permiso específico de moto A2.

Pero además, los scooter carecen de cambio de marchas y los frenos están ubicados igual que en las bicicletas, pero montados a la inversa, en el manillar. De esta forma no tendrás que educar a tu cabeza para que sepa manejar con las manos y pies los dos frenos, el embrague y el cambio. Todo resultará mucho más sencillo.

Los scooter no tienen caja de cambio ya que en su interior dispone de un variador que regula el régimen de giro del motor para que este funcione siempre en la mejor banda de revoluciones. Así no nos tenemos que preocupar de estar jugando continuamente con las marchas, ir a medio embrague cuando circulamos a baja velocidad entre coches o tener que poner constantemente el punto muerto para no estar apretando la maneta de embrague en las detenciones.

2. El scooter es más económico de mantener

Aunque la diferencia económica entre un scooter y una moto no es demasiado elevada, el primero siempre será algo más económico de mantener. Pensado para usar en ciudad, su motor ha sido desarrollado para aguantar las duras condiciones a las que se le suele someter entre el tráfico, donde por ejemplo la refrigeración es menos efectiva y permanece más tiempo a baja velocidad y con poco flujo de aire que ayude a disipar el calor.

Además la transmisión final a la rueda suele ser por correa o bien por cascada de engranajes, mucho más suave y fácil de mantener que la cadena ya que no nos tenemos que estar preocupando cada 500 kilómetros o cada vez que llueve de limpiarla y engrasarla, o en su defecto gastar dinero en instalar un sistema de lubricación automático.

También el seguro suele ser, por norma general, algo más económico que en una moto convencional ya que su uso suele ser mucho menos lúdico y más como medio de transporte. Por último, el consumo medio por kilómetro de los scooter también suele ser inferior.

3. El scooter es más ágil entre el tráfico

Otra de las grandes ventajas del scooter frente a la moto convencional es su agilidad entre el tráfico, algo que se ve favorecido por sus ruedas de reducido diámetro. En una clase de física rápida, una rueda pequeña genera menos efecto giroscópico y por ello requiere menos esfuerzo tumbarla a un lado y a otra.

Las motos, con sus grandes ruedas de 17 pulgadas (a lo que se une neumáticos mucho más anchos), requieren hacer más esfuerzo para moverla de un lado a otro. Este esfuerzo aumenta además cuanto más estrecho sea el manillar, llegando a ser verdaderamente crítico en las motos que llevan semimanillares y que además cuenta con un radio de giro mucho más amplio y que obliga a hacer muchas más maniobras para realizar giros cerrados.

Otra ventaja que las hace más ágiles es su reducido peso. En muchos casos, está por debajo de los 150 kilos con todos los llenos y la mayoría de los grandes scooter no llegan a los 200 kilos, cuando lo normal es que todas las motos se muevan en estas últimas cifras.

El peso es también un hándicap cuando nos detenemos porque un mal apoyo con el pie puede hacer que tengamos una caída en parado. Si bien estas caídas *no representan daños graves en la mayoría de los casos, ni para el conductor ni para la moto, aunque sí puede provocar cierto rubor entre las miradas del tráfico que nos rodea y un malestar emocional por nuestro despiste.

4. El scooter protege más frente a los elementos

Cuando el tiempo no acompaña, siempre estaremos mucho más protegidos frente a los elementos si nos movemos en un scooter que en una moto. Para empezar, todos los scooter cuentan con un escudo frontal tras el cual podemos esconder las piernas. Además cuentan con un asiento ancho que evita salpicaduras de la rueda trasera y una plataforma en la que apoyar los pies y que evita que en circulación, nos estén pegando las gotas de lluvia.

Además, tanto el parabrisas original como otras pantallas más altas que se pueden adquirir en la industria auxiliar, ayudarán a proteger del clima el resto del cuerpo incluido la cabeza, eliminando el viento, suciedad y lluvia. Unos paramanos completan el conjunto para evitar que se nos calen los guantes o la parte de los brazos que no quedaría correctamente protegido.

Por si fuese poco, sus guanteras y hueco bajo el asiento nos permiten llevar un pequeño traje de agua (o pantalón si usamos una chaqueta impermeable) para el caso de que la lluvia nos pille por sorpresa, con lo que llegaremos a casa o a la oficina sin el inconveniente de tener la ropa calada.

5. El scooter es más cómodo para los pasajeros

Los scooter cuentan con un asiento amplio y ancho porque debajo del mismo tienen un gran hueco para llevar objetos (y del que hablaremos en el siguiente punto). Esto permite asientos mucho más anchos en los que es más cómodo circular. Además, al no estar sentado a horcajadas como en una moto también favorece que el cansancio tarde mucho más en aparecer y nos sea más fácil bajar los pies al suelo.

Detrás ocurre lo mismo. El asiento para el pasajero suele ser muy amplio, tanto a lo ancho como a lo largo que permite que nuestro acompañante, independientemente de su tamaño, encuentre una postura cómoda. Reposapiés adelantados y asas para agarrarse completan un conjunto en el que a veces te gustaría cambiarte por la persona a la que estás llevando para poder disfrutar del paisaje.

6. El scooter cuenta con una mayor capacidad de carga de serie

Excepto casos muy concretos de motos, el scooter cuenta de serie con una mayor capacidad de carga para el día a día. Así, debajo del asiento y como mínimo, podremos guardar desde un casco integral hasta dos en otros modelos. También un ordenador portátil, una mochila o un traje de agua como comentamos antes.

Asímismo la inmensa mayoría ya cuenta con guanteras y en su interior una toma de 12 V para poder cargar, mientras circulamos, nuestro smartphone y no quedarnos sin batería a mitad del día. En esta guantera también podemos guardar pequeños objetos cotidianos como unas gafas de sol, una cartera, etc, y tenerlo siempre a mano.

La mayoría de las motos convencionales no disfrutan de esta ventaja. Lo más que se pueden acercar es si instalan un baúl trasero, pero en un scooter también lo podemos hacer con lo que duplicamos su capacidad de carga útil y entonces podremos llevar mucha más carga.

Y por si esto fuera poco, no nos olvidamos del suelo con plataforma plana donde con el gancho que suelen llevar los scooter de serie, podemos sujetar una mochila, una pequeña bolsa de la compra o un bolso y llevarlos de forma cómoda y segura durante nuestro trayecto.

7. El scooter tiene prestaciones de sobra

Hasta un simple scooter de 125 cc tiene suficiente potencia y prestaciones para circular a 100 km/h por carrera. Pero es que además si nos vamos a un scooter de mayor cilindrada, nuestras posibilidades crecen enormemente.

Además de tener una reserva de potencia para circular por carretera o autopista a la máxima velocidad legal sin forzar el motor en exceso, podremos recorrer mucho más kilómetros e incluso hacer pequeñas escapadas de fin de semana con ella.

Ni el cambio automático ni sus ruedas de pequeño diámetro son un inconveniente si prestamos un poco de atención a la conducción. En ningún momento echaremos de menos la moto y podremos usarla en carreteras de circunvalación de las ciudades y posteriormente para circular entre el tráfico con absoluta comodidad.

¿De verdad sigues pensando en comprar una moto para usar en ciudad?