Vídeo-Prueba BMW R1200GS 2013


33 años después de la primera Gelände Strasse, BMW vuelve a la carga con una nueva generación maxi-trail no apta para “puristas”: acelerador electrónico, refrigeración líquida, embrague en aceite, suspensión inteligente y 125 CV.
Más que evolución, el nuevo bicilíndrico germano es una revolución: acelerador electrónico, refrigeración líquida con electroventilador en el radiador derecho (sin sensor de detonación), caja de cambio integrada, embrague multidisco en aceite con función anti-rebote ubicado en la parte delantera del motor (antes en seco y detrás) y admisión vertical (por encima del cilindro en lugar de por detrás) entre otras mejoras.
La GS suena más ronca y enérgica, arranca con rozar el botón, el tacto del embrague es de mantequilla y la moto ya casi no balancea al acelerar en vacío (el embrague gira al revés que el motor). Tampoco hay tanto freno motor como antes, apenas hay vibraciones, sube de vueltas más rápido y sin sensación de fatiga, al engranar la primera arrastra un poco y empalmando marchas parece un cambio de carreras. Hay menos inercias en el cardan y la electrónica obra milagros. El refrigerante se encarga de refrescar la culata y la cámara de combustión (35%), mientras que para el resto se sigue encargando el aire (65%). Y sí… la GS corre mucho más que antes.