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Volver al motociclismo puro

Esta temporada estamos asistiendo a carreras en las que una las variables que no tendrían que intervenir en el desarrollo de la competición, los neumáticos, han alcanzado un importancia excesiva.

Cuatro carreras, y los pilotos siguen sin coger el punto a los neumáticos. Y es preocupante, porque la competición no puede convertirse en una ruleta rusa en la que tu resultado es un todo o nada: puerta grande… o enfermería. No. En Jerez, los pilotos de MotoGP corrieron a la defensiva, sabiendo que en una temporada tan compleja como esta cuantos menos casilleros en blanco tengan, mejor.

Shuhei Nakamoto, después de ver como se había producido 24 caídas en Moto2 y Moto3, sí, vein-ti-cua-tro, le pidió a Marc Márquez que hiciera todo lo posible para llegar de una pieza de regreso al box. No era un día para heroicidades. Las caídas se vendían muy baratas, como pudimos ver en las otras categorías, así que los hombres de MotoGP salieron a pista a cometer el menor número posible de errores. El resultado ha sido una carrera anodina, sin intensidad y ni riesgo.

Entre los hombres de cabeza apenas hemos visto adelantamientos: Lorenzo intentó pasar a Rossi, pero fue una tentativa incompleta porque enseguida se fue largo al no confiar en su entrada. Y entre los demás, hay que ir a las posiciones intermedias, más allá de la sexta plaza, para encontrar acción. Los hombres de cabeza aceptaron el mal menor de su posición casi inicial, porque no era un día para andarse con tonterías.

Los neumáticos siguen teniendo demasiada importancia. Creíamos que al llegar a Europa la historia cambiaría, pero parece el cuento de nunca acabar

El que más ha lamentado la situación fue Lorenzo, que tenía puestas muchas esperanzas en esta carrera. Todos se quejaron de lo mismo, un neumático trasero que hacía “spinning”, que giraba sobre sí mismo en las rectas, y cada uno aplicó su buen hacer y su talento para salvar la situación. Pero todos con la misma consigna: cero errores.

Al optar por un sistema de suministrador único de neumáticos se busca que esa variable, el neumático, que seguramente sea la que más influye o afecta al desarrollo de una carrera, quedara eliminada. Pero no está sucediendo lo que se esperaba. Es inevitable que Michelin pase un periodo de adaptación tras siete años fuera de MotoGP, pero los neumáticos están siendo demasiado importantes en este tramo inicial del campeonato. Ni siquiera saliendo los “cuatro fantásticos” con la misma goma. Y es lógico, porque ni morfológicamente ni técnicamente serán nunca iguales ninguno de ellos, pero al menos hay que conseguir que las carreras sean competidas. Porque hoy Rossi ha ganado gracias a su sapiencia y a conseguir adaptar su estilo a las incomodidades de la carrera, pero también ha ganado por incomparecencia de Lorenzo y Márquez, que prefirieron no pelear. Ese no es el motociclismo que queremos ver.

Rossi estaba emocionado en Jerez. Es verdad que se le notaba más relajado y distendido que en anteriores carreras. Sin duda, es el Rossi más parecido al piloto que recordamos desde antes que sucediera el incidente de Sepang, y su victoria en Jerez seguramente servirá para normalizar un poquito más la situación. Jerez era la prueba del nueve para Rossi. Normalmente la pista gaditana es un buen termómetro para medir la situación real del campeonato, pero en las circunstancias actuales ni Rossi habla con convencimiento de sus posibilidades porque, quién sabe, quizás en Le Mans haya otro inesperado desenlace por obra y gracias de los neumáticos.

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