WSBK 2017: Nos "colamos" en el box del RedBull Honda

Esta temporada HRC, apoyándose en la estructura de toda una institución como Ten Kate, está dispuesta a tirar la casa por la ventana y centrar parte de sus recursos en el World SBK, contando con el patrocinador más potente en mundo del motor y con el fichaje de dos pilotos venidos, uno antes y otro después, del Mundial de MotoGP. Como es sabido, el equipo Red Bull Honda ha renovado contrato con el campeón Nicky Hayden, además de contar para esta temporada con la incorporación de un piloto del nivel de Stefan Bradl, sobresaliente en los equipos satélites del mundial más seguido y cotizado.

Bien, pues una vez situados en los boxes de MotorLand Aragón, el responsable técnico del Red Bull Honda, tuvo la gentileza de atender nuestras preguntas y de traspasarnos una serie de datos, con sus correspondientes explicaciones, que reflejamos a continuación, para darnos una idea de cómo es por dentro una de las fábricas que compite en el WSBK.

Una formación oficial cuenta con un personal que varía entre 35 y 40 personas, dependiendo del momento de la temporada, y desplaza un total de 25 a cada carrera del Mundial de Superbikes. De esta manera son de 10 a 15 los integrantes que se quedan en la sede del equipo, sin dejar de estar en contacto permanente con la carrera. Una vez metidos en el box, vemos una moto totalmente montada en la trastienda, y nos explican que se deja preparada, en perfecto orden de funcionamiento, para hacer de reserva durante la sesión de clasificación. En cuanto al personal asignado a cada moto, con su correspondiente piloto, cuenta con tres mecánicos más uno extra que hace de comodín y, además de ellos, la moto es repasada por un telemétrico y ajustada por un ingeniero electrónico.

Como es sabido, las modificaciones que permiten el reglamento de este campeonato con motos derivadas de serie, afectan a algunas partes del motor, a la electrónica y en el conjunto ciclo, sobre todo al basculante. Y en cuanto a los frenos, en el caso particular de esta CBR1000RR Fireblade SP2, se trata de la única de la parrilla que monta frenos Nissin, lo que le da el privilegio del lógico tratamiento en exclusiva del fabricante japonés.

El matiz y el remate general de la moto, como se puede apreciar en las fotos que tomamos en las entrañas del box, es poco menos que el de una pieza de laboratorio, en la que contrasta un detalle como el supresor de vibraciones empleado en la IMU, centralita que controla el nivel de la moto, más tumbada, menos tumbada, más inclinada hacia delante o hacia atrás. Al parecer, las vibraciones, no ya del motor, sino del trepidante ritmo de la moto sobre la pista, afectaban al funcionamiento de la IMU, y el equipo de técnicos decidió pegar sobre su superficie unas pesas idénticas a las que se adhieren a las llantas para equilibrar una rueda después de montarle su correspondiente neumático.

Y ya que se habla del apartado de los neumáticos, rematar diciendo que Pirelli pone a disposición de los equipos slicks con dos compuestos, SC1 y SC2 para seco, más un SC0, correspondiente al de calificación, que en esta temporada 2017, dura un poco más que en las últimas, para poder cubrir ahora dos vueltas completas, en lugar de la única que se podía hacer antes a ritmo de pole.

En este momento del campeonato, tanto los dos pilotos como los responsables de la estructura Ten Kate manifiestan que la Honda CBR1000RR Fireblade SP2 oficial va muy bien de chasis y que sus carencias actuales, frente a sus rivales directos, residen en la potencia del motor. Continúan trabajando en ello, lógicamente, tratando de escalar puestos en la clasificación de cada carrera hasta conseguir el nivel que todos esperan de la marca más poderosa en el motor de las dos ruedas.