Nos ha tocado vivir con el maldito coronavirus, que aun pasándolo “leve” te deja bastante tocado (lo digo por propia experiencia), y que ha desatado una crisis social sin precedentes cercanos. Solamente podría parecerse a lo que significó una guerra para quienes han tenido la desgracia de vivirla… Confinados en casa por un mes, no sabemos cuando escribo esto si tardaremos mucho en poder volver a salir más o menos normalmente, pero sí que cada día queda un día menos para eso.
Cuando ese momento llegue, todos podremos salir y movernos por fin. A algunas personas ya les ha llegado eso porque no han parado de trabajar o van volviendo a sus ocupaciones: ahora mismo el tráfico es casi inexistente debido a las restricciones, y además no se puede circular acompañado (salvo emergencia). Desde las autoridades y desde la propia gente, se vislumbra un mayor interés, incluso necesidad, por un transporte individual que sea práctico, limpio, ágil, económico… Vamos, están definiendo lo que es una moto. Circular en moto o scooter va a ser en pocas semanas la mejor manera de moverse y mantenerse alejado de contagios: no es solo que el casco y eventual pañuelo o mascarilla nos protejan y aislen del entorno, es que no llevaremos a nadie cerca que pueda ser un potencial foco de infección.
La moto, el mejor transporte individual
El transporte público va a tener que replantearse si la población tarda en desarrollar inmunidad o si aparece otra amenaza cercana, algo que antes era ciencia ficción pero que ahora es muy real. Las aglomeraciones serán imposibles y no será de extrañar ver colas para entrar al metro o llegar a la parada del autobús, como ahora las hay para ir a la compra. A veces eso (transporte público) es una buena solución, pero otras veces ni en tiempo (que irá a peor) ni en coste sale tan a cuenta como hasta ahora algunos nos han querido vender. La gente se va a empezar a dar cuenta y mirarán con otros ojos las alternativas: andar es la mejor opción de corto alcance, y la bicicleta es genial, pero si no vas muy lejos ni con grandes desniveles. De hecho, corre el rumor de que la DGT acelerará la entrada en vigor del límite urbano a 30 km/h tras el confinamiento para favorecer estos medios.
Pero cuando hablamos de mayores distancias, nuestras queridas motos podrán tener una nueva y mejor valorada vida. Aparte de la obvia necesidad de ayuda que tiene el sector ahora mismo, este factor debería ser algo muy tenido en cuenta por la Administración si de verdad va a preocuparse por el bienestar de sus ciudadanos. Mucha más gente moviéndose en moto ayudarían, ayudaremos, a mantener el aire tan limpio como lo estamos viendo estas semanas, y mantener a raya los virus, además de vivir más felices.
