Dado que difícilmente volverán los viejos tiempos de las 500cc ni se prescindirá de la dichosa tecnología, nos queda lo que nos han dado este fin de semana los chicos del Mundial de Velocidad.
Lo de Rossi con Stoner en la ya mítica carrera de Laguna Seca el año pasado con ese adelantamiento en el famoso sacacorchos generó una emoción que es difícil de conseguir, pero este fin de semana esa carrera ha sido relegada a un segundo plano ya que hemos podido ver un duelo de los que marcan época. En su segunda temporada en Moto GP el piloto de Palma de Mallorca, Jorge Lorenzo, y su compañero de equipo Valentino Rossi han conseguido crear un dueto de rivalidad y competición sanas cuyo auge hemos podido sentir en la carrera del pasado domingo. No sólo han demostrado el nivel en la pista sino que, una vez terminada la carrera, ambos pilotos han tenido detalles que los situan como ejemplo para muchos y en muchas disciplinas, no sólo en el motociclismo.
Pero no podemos perder de vista a un Stoner, que sin estar contento empata a puntos con los protagonistas de la mejor carrera del año, ¿Qué hará el australiano cuando encuentre el punto a su Ducati?
Tampoco vamos a dejar de lado al cuarto clasificado, Dovizioso, que comienza a despuntar peligrosamente y que obligó a Stoner a realizar un esfuerzo extra. Por detrás un Capirossi que recupera la sonrisa y, cómo no, Dani Pedrosa que pese a su estado físico consiguió 10 puntos de oro.
Si pasamos a la siguiente categoría, 250cc, cualquiera diría que alguien ha sancionado de manera inesperada al que pensó que siempre se saldría con la suya, con un bonito concierto de silbidos a modo de justicia popular, que muchas veces relega a las máximas instancias de las dos ruedas a soportar parte de dicha justicia. Por cierto ¡¡¡felicidades Álvaro!!!
En 125cc sólo darle ánimos a Simón. Un despiste lo tiene cualquiera, aunque también es un poco raro que la señalización de vueltas en Montmeló sea distinta a la de otros circuitos. En fin, para otra vez seguro que no se le olvida.
