Yamaha R7 Eight: lo justo y necesario para disfrutar de la pista
El preparador japonés ofrece este kit de carrocería específico para circuito


El mundo de las preparaciones abarca un amplio abanico donde algunas de las deportivas actuales son objeto de mejoras a base de diferentes kits específicos. Una de estas elegidas es la actual Yamaha YZF-R7, a la que además le sientan como un guante este tipo de customizaciones donde generalmente se intenta mejorar la parte dinámica. Más allá de exprimir el propulsor, en busca de prestaciones, la idea generalmente es mejorar su parte ciclo y elementos asociados a esta.
Ya en otras ocasiones os hemos mostrado algunos de estos kit diseñados y fabricados para la deportiva de la casa de Iwata. Entre ellos destacan la edición especial "Yamalube", el kit de accesorios Baby Face o la Yamaha R7 Yoshimura & Troy Lee Designs con una librea especial y la magia de Yoshimura en este "Proyecto R7". Ahora os hablamos de esta Yamaha R7 Eight que hemos conocido por medio de la publicación italiana Moto.it.

Como no podía ser de otro modo Japón es el lugar de nacimiento de esta preparación tan especial. Eight, el creador de este kit de carrocería, es una empresa dedicada al diseño y fabricación de piezas fabricadas en fibra de carbono o de vidrio. Esta empresa ofrece a sus clientes la posibilidad de entregarle las piezas "al natural" o ya pintadas con la librea que más les apasione.
En este caso la R7 de Yamaha cuenta con una serie de elementos de nueva factura. Todos ellos son pertenecientes a su carrocería y con los que se ha intentado, además de darle un look más racing, rebajar el peso final de la montura japonesa, algo esencial si el destino de esta va a ser la pista. Desde un carenado específico pasando por una cúpula de nuevo diseño o guardabarros delantero modificado son algunos de los elementos cambiados en esta atrevida Yamaha R7 Eight.

Además, en otros accesorios se ha optado por el empleo de la fibra de carbono como son por ejemplo el guardabarros trasero o la tapa de colín posterior. También cuenta con un tapón rápido en su depósito de combustible, asiento fabricado en espuma, al más puro estilo MotoGP y depósito de aceite de nueva factura. En definitiva lo justo y necesario para poder disfrutar al máximo de esta moto dentro de un circuito.
Está claro que atrás quedaron ya la época dorada de las tetra cilíndricas de 600 cc con potencias declaradas en su última generación superiores a los 130 CV. En la actualidad motocicletas como esta Yamaha YZF-R7 se han convertido en máquinas efectivas con las que disfrutar igualmente de la carretera y, por qué no, del circuito. Porque a veces "menos es más", y si además está equipada con un kit de carrocería como el de los amigos japoneses de Eight, entonces mucho mejor.