Yamaha TMAX 560 vs KYMCO AK 550: duelo entre scooter deportivos
Desde 12.499 euros el Yamaha y 10.249 euros el KYMCO

En 2019 se vendieron casi dos mil Yamaha TMAX en España (1.959 matriculados) frente a 1.235 unidades del KYMCO AK 550. Solamente los 300 de la propia Yamaha (XMAX, superventas del año con casi 3.000 unidadeS) y Honda (Forza, 2.366 y segundo en el ranking de scooter de más de 125) les ganaron en ventas, mientras el tercer scooter “bi” deportivo (el BMW C 650 Sport) se quedaba en novena posición con 915 matriculados.
Está claro que Yamaha domina esta categoría y el TMAX es la moto más popular de Europa en los últimos 20 años, pero queda claro que el esfuerzo de KYMCO con su AK 550 ha servido para acercarles al líder: de hecho, Yamaha renovó hace meses su TMAX para asegurar su posición. La popularidad juega a favor del Yamaha, pero el precio lo hace muy a favor del KYMCO: según versión hay entre 2.000 y hasta 4.000 euros de diferencia. Veamos cómo se enfrentan en otros aspectos.

MOTORES: PARECIDOS Y DIFERENTES
Yamaha dejó sentadas las bases hace dos décadas de cómo tenía que ser un megascooter: con propulsor central en el chasis (no motor y transmisión basculantes). Además el mejor motor para un scooter es bicilíndrico en línea “tumbado”, con carrera larga para ofrecer buena respuesta más que una alta máxima potencia adaptado así a la transmisión automática. El TMAX sigue igual, de hecho el motor actual comparte cárteres y estructura general con el original, habiendo evolucionado internamente y subiendo de cilindrada hasta los 562 cc actuales (primero fueron 499 y luego 530 cc).
KYMCO ha seguido esa idea y también usa un motor con transmisión que se monta en el chasis, bicilíndrico en línea horizontal y con carrera larga. Pero es un motor más moderno y han aprovechado esa ventaja en varios frentes: de estructura más compacta es más corto y optimizado, y tiene más potencia (54 CV). Ni el nuevo motor Yamaha lo alcanza (47 CV) en ese sentido, además el KYMCO tiene el cigüeñal con un calado de 270º (TMAX tradicional a 360º) que le da un tacto más deportivo parecido al de una moto V2.
Ambos usan transmisión por variador mecánico y suave embrague multidisco automático (ésa fue otra gran innovación de Yamaha). A nivel de electrónica KYMCO ofrece dos modos de motor (normal y Rain) mientras Yamaha va un paso más allá añadiendo a los modos un control de tracción, además de (en el modelo superior) control de crucero.

CHASIS, ESTRUCTURA Y PESO
Yamaha introdujo en su TMAX 2008 el chasis doble viga de aluminio que ya se ha mantenido, con variaciones, hasta el modelo actual. KYMCO también monta este tipo de chasis, que curiosamente no es visible en ninguno de los dos desde fuera (queda cubierto por carenados). Ambos cuentan con suspensión trasera “de verdad” al tener el motor en el chasis, horquillas invertidas de buen diámetro delante y frenos con pinzas radiales de igual diámetro delante (270 vs 267 mm) y algo mayor disco trasero en el Yamaha (260 vs 282 mm). Por supuesto cuentan con ABS pero ninguno de los dos apuesta por electrónica de última generación con IMU y ABS "en curva".
El nuevo TMAX ha adelgazado un poco y eso lo ha separado del KYMCO, que ya era algo más pesado que la versión anterior: los 216 kg del TMAX 2020 en orden de marcha son casi quince menos que los 230 kg que declara el AK 550, contando ambos con depósitos de gasolina de 15 litros. Los 7 CV de ventaja del KYMCO tienen pues esta contrapartida, por lo menos en las aceleraciones. En cuanto a comportamiento las suspensiones del Yamaha son muy cómodas y el KYMCO se nota algo más rígido con lo que el peso extra se aprecia menos en marcha, pero el TMAX mantiene esa agilidad y buen tacto que siempre le han acompañado, además de mayor "finura". En estabilidad ninguno se pone en apuros por las prestaciones de sus motores, con velocidades puntas en torno a los 170 km/h reales.

EQUIPAMIENTO: MUCHO LUJO Y... MUCHO DINERO
Ambos tienen un hueco bajo el asiento (que se abre "hacia atrás", otra idea original del TMAX) donde cabe un casco integral y algo más, y dos guanteras delante para cosas sueltas o el móvil, con toma para cargarlo. El asiento es algo duro pero cómodo en ambos, siendo deportivo, y el pasajero va muy bien cuidado también en los dos, con estriberas plegables y una posición algo más alta pero sin exagerar.
Cuando llegó el KYMCO aportó su cuadro digital a color y el sistema Noodoe de conectividad avanzada, además de su llave inteligente, es decir buen equipamiento. Ese lujo incluye puños calefactables, luces LED… su precio inferior no se justifica por un equipamiento más pobre. Al contrario, porque aunque Yamaha ha incidido en esto (equipamiento) para su renovación del TMAX, la versión más equipada sí lleva “de todo” pero ya son más de 4.000 euros de diferencia. Los dos TMAX además se pueden complementar con diferentes packs de accesorios, además de otras opciones como el popular escape Akrapovic, de forma que la factura final aún puede resultar más abultada.
POLIVALENCIA Y CONCLUSIONES
Yamaha ha dominado gracias al TMAX el segmento de los maxiscooter y no hace falta añadir “deportivos”. Porque aunque el aspecto del TMAX es muy deportivo, realmente es una moto muy polivalente, incluso cómoda. Su conducción muy de moto gracias a su comportamiento ha ganado otra vez unos cuantos puntos en esta versión, que además también gana algo en prestaciones pues en marcha parece haber recibido más que ese solitario caballo de potencia de la ficha técnica. Pero el KYMCO tiene más genio, por el motor con diferente calado y mayor potencia, aunque eso le resta ligeramente puntos en el día a día. Puntos que su precio le hace recuperar rápidamente: aunque solemos decir que el Yamaha es caro pero quien se lo compra no se arrepiente, no es menos cierto que el KYMCO da mucho por una cantidad significativamente inferior de dinero, y su posición en el mercado ya no es la de “recién llegado”: en cuanto este 2020 se normalice un poco será interesante ver cómo evolucionan las ventas de ambos.