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Carrera resistencia en homenaje a Ismael Bonilla

4 horas de resistencia popular
Fotos: T. Pérez - FK1
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Como ya es tradición en la vallisoletana pista de FK1, el pasado domingo se dieron cita pit bikes, RAVs, minimotards y MiniGps para celebrar la tradicional carrera de resistencia que pone cierre a la temporada, con la particularidad de que a partir de esta edición, llevará el nombre de Memorial Ismael Bonilla.

Con una imponente inscripción de nada menos que 42 equipos, en las circunstancias que vivimos todos, la edición 2020 se presentaba como homenaje a la memoria de Ismael Bonilla, piloto, periodista y padrino de algunas promesas de nuestro deporte, además de profesor de lujo en cursos de pilotaje en circuito. El destino quiso que Isma corriera esta prueba el pasado año, haciendo equipo casualmente con el autor de este reportaje, y que por desgracia fuera la última carrera que hiciera.

Memorial Ismael Bonilla

Esta genuina prueba de resistencia, popular como pocas, organizada por la dirección de FK1, aparecerá en el calendario como “Memorial Ismael Bonilla”. Para señalarlo, se celebró un breve acto protocolario al que asistió Don Félix Bonilla, padre de Ismael, que fue invitado por los responsables del circuito para que dedicara unas breves palabras a todos los pilotos, técnicos y acompañantes allí convocados.

Ese momento, sin duda, resultó ser el más emotivo de la jornada. A todos los asistentes se nos puso un nudo en la garganta, para que a renglón seguido, Don Félix descubriera una placa conmemorativa que llevaba grabado el nombre de su hijo.

 

Tecnología Pit

Más allá del carácter emotivo que envolvía la prueba, los boxes de FK1 sirvieron en esta popular carrera, además, como muestra de la tecnología más vanguardista que se puede encontrar el peculiar mundo de las pit bikes.

Una extensa variedad de neumáticos: duros, mixtos, blandos, extra blandos y específicos para la lluvia, cubierta por el colorido de los calentadores y soportada en caballetes de competición, fabricados en las recortadas medidas de estas monturas. Amortiguadores de alta calidad, escapes de carreras a escala, frenos con los componentes más refinados y motores preparados al extremo, a veces tan apretados como para aguantar los entrenamientos y justo las cuatro horas de carrera.

Todo un lujo expuesto a los sufridos asistentes, que soportaron un frío implacable, con un viento hostil que azotaba la pista, con todo lo que se ponía en pie sobre ella y sus alrededores.

De hecho, la crudeza de ese frío llevó a los pilotos a echar mano de prendas térmicas para enfundársela encima o debajo del mono; y también a emplear guantes de látex ajustados a la mano bajo los convencionales, o guantes calefactables incluso, como los RST que utilizó un servidor; con un resultado ciertamente sorprendente a lo largo de las cuatro horas de carrera.

El arranque de la carrera

Con la formación de la parrilla, constituida por las 42 motos y sus correspondientes pilotos preparados para hacer una salida al estilo Le Mans, se guardó un minuto de silencio en recuerdo a Ismael, al final de cual, Don Félix Bonilla dio el banderazo para que arrancara la carrera.

El nutrido grupo de pit bikes, RAVS, miniGps y minimotard salió como una manada en estampida para recorrer un trazado muy exigente, a la par que muy variado. Sobre los dos mil metros aproximados de cuerda, los pilotos tuvieron que negociar todo tipo de curvas, más dos rectas que les permitía, vuelta a vuelta, un mínimo lapso para recuperar el resuello.

 

Un relevo de cuatro horas, así fue la carrera

Cómo fue la carrera

Nada más arrancar, la inexperiencia y el brío desmedido de algunos pilotos acarreó tan solo en la primera vuelta cinco caídas, todas ellas, por fortuna, sin consecuencias reseñables.

Más tarde, el paso de las horas se desarrolló sin incidentes significativos, gracias también a que, a pesar del frío, la calidad del asfalto que mostraba la pista ofrecía a los pilotos un agarre suficiente para rodar al límite, o muy próximos al límite de estas modestas motos, con su discreta potencia.

Por otro lado, la particular inscripción de esta prueba presentaba en algún momento situaciones insólitas. Y así se podía ver a chavales con apenas diez años disputando la misma carrera que algún sexagenario, como el que firma, sin ir más lejos. Esta circunstancia le proporcionaba a un servidor una plataforma para deleitase, apreciando el depurado el estilo, en la línea de MotoGP, que algunos chavales, niños y niñas desarrollaban sobre el trazado, cuando le adelantaban irremediablemente a todo gas.

Al concluir la carrera resultó realmente llamativo que tan solo se registrara un abandono, todo ello a pesar de las averías que se repararon sobre la propia marcha de la prueba, y del número notable de caídas que se resolvieron sin consecuencias, tanto para el piloto como para la máquina.

Pasados apenas unos minutos desde que el último piloto cruzara la meta, se celebró la entrega de premios. Y es que el frío apremiaba de lo lindo para no dejar destemplado el físico de todos los participantes, algunos de ellos realmente extenuados.

La serie de trofeos repartidos llevaba serigrafiada una imagen, en primer plano, de Ismael Bonilla pilotando una RAV el año pasado, precisamente en esta misma carrera.  

 

Trofeo en recuerdo de Ismael Bonilla

Sobre Ismael Bonilla

De casta, de raza y de garra, así se podría definir, someramente, su comportamiento sobre la pista. Campeón de España de SBK y piloto del Mundial de 250, su trabajo como colaborador en medios especializados, destacaba en los reportajes que escribía, con la prodigiosa capacidad de subir al lector en la deportiva que había probado sobre el circuito de turno.

Lo cierto es que el motociclismo de competición, y especialmente el de promoción, le deben mucho, con su labor de apadrinamiento a distintos niños-piloto, que más tarde ha dado figuras, sin ir más lejos, como la del propio Manuel González, ManuGasss, campeón del mundo 2019 de SSP300, que también estuvo presente en FK1.

Por otro lado, el motociclismo femenino también le debe mucho, con su trabajo dirigiendo varios campus de la Federación Española.

Ismael Bonilla colaboró en distintas publicaciones de la moto, entregando unos trabajos marcados con su personalísima impronta, dejando también en cada profesional de la prensa especializada el recuerdo, y también la referencia de su genuino carisma. Ismael Bonilla, un personaje irrepetible en nuestro deporte, cuya sombra intuimos que se alargará durante mucho, mucho tiempo, sobre el mundo de la moto.

Hasta siempre, Isma.

 

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