Cómo convertir tu Vespa en un tren y batir un récord mundial

Hablar de Günter Schachermayr y su Vespa, es hacerlo de récords de carácter mundial cada vez que ambos se unen en cualquiera de las locuras que se le pasan por la cabeza al austriaco. La imaginación de este tío no tiene límites, y lo pone de manifiesto en todas y cada uno de los eventos que crea en torno al mítico scooter italiano, donde siempre un objetivo claro: batir un nuevo récord diferente a todos los demás.

Entre ellos, y que nosotros te hayamos contado, están el de arrastrar una avioneta con una Vespa y a una rueda, subir una Vespa al teleférico, o bajar con ella por una chimenea de más 100 metros. Pero Schachermayr no se queda ahí. También le ha cambiado la rueda delantera a su Vespa en marcha, se ha tirado en paracaídas con ella y ha hecho esquí acuático a sus mandos. ¿Cómo se te queda el cuerpo?

Lo último que se le ha ocurrido es montar su Vespa sobre una vía de tren. Pero claro, Günter se encontraba con algunos inconvenientes para poder llevar a cabo esta complicada empresa. Por un lado, está prohibido circular por las vías del tren si no es, obviamente, encima de uno. Además, el intentar hacerlo sin un permiso especial podía acarrearle una sanción económica que en el peor de los casos podría llegar a los 70.000 euros.

Así que después de darle unas vueltas a la cabeza, encontró el lugar ideal para llevar a cabo su última travesura. El parque de atracciones Prater, ubicado en Viena y considerado como el más antiguo del mundo. En él se encuentra la atracción Liliputbahn, un pequeño circuito férreo que data del año 1928 y tiene una longitud de 3,9 kilómetros. Así que con una vía disponible y en que mejor sitio que en un parque de atracciones, se dispuso a modificar su Vespa para poder transitar sobre ella.

Para ello hubo que montar una llanta específica que reuniera las condiciones necesarias de anchura y tamaño para poder acoplarla sobre uno de los dos raíles. Además, se tuvo que recubrir su parte interior con una capa de goma que lograra garantizar la tracción una vez apoyada sobre la vía. Pero además su equipo debía buscar la forma de mantener la estabilidad sobre esta. Para ello fabricó una especie de sidecar con una tercera rueda que quedaba apoyada sobre el segundo raíl, logrando el equilibrio idóneo encima del scooter de Schachermayr.

Ya con todo montado y el bueno de Günter a los mandos de su icónica Vespa, este logró mantenerse sobre el vial durante 10 minutos y 25 segundos, estableciendo una nueva marca a batir. Incluso hasta la policía de Viena se pasó por allí, aunque por suerte para el austriaco contaba con todos los permisos necesarios del parque para realizar esta nueva acrobacia. ¿En qué estará pensando ahora Günter para volver a sorprendernos a todos?