Uno de los mejores consejos que alguien nos puede dar para circular, es el de evitar la confrontación con cualquier usuario de la vía. En nuestro día a día nos encontraremos a gente que circula despistada, otros que son unos irresponsables y van a la suya sin contar con nadie, incluso quien simplemente no está capacitado para conducir de manera responsable y consciente un vehículo. Por eso mantener siempre la calma, darle la menor importancia posible y respirar bien profundo es fundamental para intentar evitar situaciones de riesgo.
Pues bien, nada de esto lo llevaron a cabo los protagonistas de un vídeo corto, en el que posiblemente nos hayamos perdido algunos detalles previos (quizás de manera intencionada). Lo que nos encontramos es una situación excesivamente encendida y tan peligrosa que es difícil de comprender cómo alguien en su sano juicio es capaz de llevarla a cabo en una autopista abierta al público.
El portador de la cámara va en su moto adelantando por lugares ilegales y peligrosos con su grupo de colegas, cuando se aproxima a un coche que circula por el carril izquierdo, no habiendo nadie en el derecho. La cosa es que el usuario de la moto se tira a adelantar por el carril derecho a la vez que lo hace el coche, que también quiere adelantar al coche que lleva delante. En el vídeo no se aprecia que se enciendan los intermitentes, y si eso es así cabe la posibilidad de que ni tan siquiera mire por el retrovisor… En cualquier caso, también es probable que la moto, que viene cruzando desde el borde izquierdo, pueda haberse metido en el ángulo muerto del coche en una acción que ambos llevan a cabo al mismo tiempo.
El usuario de la moto tiene, afortunadamente, espacio para reaccionar e incluso se pone a una velocidad similar a la del coche cuando decide adelantarle por dentro, al borde del arcén y para luego comenzar a frenar en plena autopista. No hace falta ni que digamos que eso que hace además de ilegal es una auténtica barbaridad, que pone en peligro tanto a los protagonistas como al resto de usuarios de la vía. El caso es que tras ir frenando, el usuario del coche impacta contra la moto. Es probable que lo embista de manera premeditada y tampoco hablaría bien de él, que se ve superado por la situación y en lugar de intentar escabullirse de alguna manera, quiere hacer muestra de su valor.
Pero lo más rocambolesco del vídeo estaba reservado para el final, y es que lo que nadie podría esperarse, mientras van llegando todos los «colegas» del usuario de la moto con su actitud de stunt-MAL. Y es que del coche se bajase como si no hubiera mañana la copiloto. Una señora ya entrada en años que, sin pensárselo dos veces ni analizar lo peligroso de la acción, baja del coche para recriminar, increpar y hasta dar alguna colleja al protagonista. Lo cierto es que ni unos ni otros obraron con raciocinio, pusieron en peligro sus vidas y las de todos los que estaban circulando por allí, y no se pararon ni un segundo en pensar que quizás un camión llegase por detrás y los arrollase a todos. Al final y a pesar de todo, tuvieron suerte.
