Esta es la única moto que Valentino Rossi no podrá tener
La joya de la corona se le resiste al italiano

Ha pasado casi un mes desde que terminase el Mundial de MotoGP 2021 en Valencia, una prueba que esta vez tenía un significado más especial aún ya que a la vez suponía la última carrera de Valentino Rossi. Después de una inmensa carrera deportiva a sus espaldas con más de 400 GP disputados, 115 victorias, 67 segundos puestos, 53 terceros, nueve títulos, 96 vueltas rápidas, 65 poles... bajaba el telón.
De entre las muchas celebraciones que pudimos vivir en esos días, una de las que más llamó la atención de todo el público y del propio Valentino fue la reunión con las motos con las que había sido campeón del mundo. Desde la Aprilia RS125 de 1996 a la Yamaha M1 de 2009, allí estaban todas incluidas la moto que más despertó el interés tanto de Vale como de los más nostálgicos: la Honda NSR 500 con la que logró el campeonato de 2001. Hay que recordar que, con aquella máquina, Rossi lograba su primer título de la categoría reina y que, también, fue el último mundial de 500 ya que a partir de ese momento pasó a ser MotoGP. En 2003 ya entraron en escena las motos de cuatro tiempos y nunca más un 2T volvió a ganar un GP ni, mucho menos, un mundial hasta que desaparecieron por completo de parrilla poco tiempo después.

El caso es que Valentino desea tener esa moto en su colección privada y pensaba que ahora que ha llegado el momento de la “jubilación”, Honda le regalaría las motos con las que fue campeón. Sin embargo Honda tiene otros planes y ninguno de ellos parece pasar por entregar a Rossi las motos con las que alcanzaron la gloria de 2001 a 2003. Hay que recordar que aquel fructífero acuerdo hizo que en cuatro temporadas juntos lograran un subcampeonato y los tres campeonatos mencionados. Aun así, Valentino tiene una favorita y es la propia NSR 500, una moto que dice que tenía prevista comprar hace años, aunque parece que desde HRC no están en absoluto por la labor.
De hecho Valentino está presionando de alguna manera a través de declaraciones que han recogido los compañeros de Autosport: “Hablé con Alberto y pedí - mínimo – la 500, también porque esa 500 es mi 500. Es la moto que se suponía que me iba a dar Honda y estaba lista para llevarla, ya tenía el lugar en casa [para ella]. Pero por alguna razón la moto nunca llegó. Seré feliz si Honda cambia la idea y me la da. Seguro que la moto se mantendrá bien, a buena temperatura y tendrá un buen sitio en mi casa”.

Pero, como decíamos, Honda no parece tener planes de ceder o vender ninguna de las motos y menos la 500 puesto que la consideran parte vital de su legado y les gusta exhibirla en el museo de Motegi. Preguntado directamente por el asunto, Alberto Puig se mostró tajante: “Bueno, es una historia complicada. Entonces, no puedo responder, pero esta moto también es muy importante para nosotros porque la tenemos en un museo. Honda está muy orgulloso de los títulos que obtuvimos, y también de los títulos que conseguimos junto con Valentino. Estoy seguro de que queremos tener esto como un trofeo muy importante en nuestra casa para mostrar a nuestros seguidores que fuimos capaces de ganar aquél título con esta moto”.
La pregunta es ¿quién no querría tener una joya así en casa?