JAP V8 by Pavel Malanik: Best of show 2023 en Praga
Orfebrería checa con motor de avión
A primeros de marzo, Pavel Malanik consiguió alzarse con el premio Best of Show en el Bohemian Custom Motorcycles Show de Praga con la JAP V8. Y, menos mal que nuestros amigos de Motorradonline se hicieron eco de la noticia, porque no podíamos perdernos esta preciosidad.
Pero vamos al grano. Las motos incluídas las de Pavel Malanik, ya sean clásicas originales restauradas o de fabricación casera artesanal, suelen tener de forma habitual la tradicional transmisión por cadena a la rueda trasera. Pero la última creación del checo es demasiado potente para ello. Tanto que incluso una única cadena más gruesa en la rueda trasera no sería suficiente. Es por eso que el JAP V8 tiene dos de ellas, y aun así el motor de avión (luego iremos a este punto) incluso las desgasta en muy poco tiempo, según su creador.
Al ser una moto artesanal, nunca había existido una JAP V8. Sin embargo, estéticamente se parece bastante a una de las épicas motocicletas de la primera década del siglo XX. Aparte de las proporciones (estamos ante una moto bastante larga), y sobre todo por el corazón mecánico, en este caso de avión. Se trata de un V8 con una cilindrada total de 4.400 cc, un pico de potencia a 1.300 rpm de unos 50 CV y un par máximo de 250 Nm a 1.000 rpm.
Recordemos que JAP era la abreviatura de John Alfred Prestwich. A principios del siglo XX, JAP fabricaba motocicletas en Inglaterra. Al cabo de unos años, la marca se concentró en el desarrollo y producción exclusivamente de motores. Llegó en las décadas de 1920 y 1930, a ser uno de los mayores fabricantes de propulsores del viejo continente. En aquellos años, muchos fabricantes de motocicletas contemporáneas equipaban motores JAP. Pero la fábrica también tenía motores mucho más grandes en su gama de productos. Como por ejemplo el JAP V8 para aviones.
Y aquí empieza lo bueno. Esta mecánica para aviación V8 del año 1908 fascinó al Sr. Malanik. Sin embargo, no pudo encontrar una unidad para su restauración, ya que solo existen dos o tres en todo el mundo. Por suerte, uno de ellos se encuentra expuesto en el Museo de Ciencias de Londres (como modelo de exhibición, puesto que no es funcional).
Pavel consiguió los permisos para fotografiar y medir el motor JAP V8 de Londres. Además, el motor original le reveló detalles que luego tornarían en estratégicos. Claves fundamentales como los cojinetes de rodillos de las bielas o el cárter de aceite de cuatro piezas. Eso fue en 2017, cuando Pavel comenzó a replicar de manera completamente artesanal el motor del avión centenario.
Con las fotos recopiladas, dimensiones y los pocos documentos que pudo encontrar, el checo comenzó a construir el JAP V8 en su taller. Después de todo, cuenta con los conocimientos y el torno y fresadora precisos. Además, contó con la inestimable ayuda de un amigo poseedor de una máquina CNC de cinco ejes, perfecta para fabricar las partes más exigentes del proyecto. Pasaron semanas, meses, años… Al final, solo se compraron los cojinetes de rodillos y las 8 bujías, el resto de piezas se fabricaron de manera completamente artesanal, una a una.
El volante motor pesa él solo 10 kg y, como recordatorio, originalmente esta mecánica fue diseñada para mover e impulsars, gracias a una hélice de avión de 2,50 metros de largo. El cigüeñal lo hizo Pavel a mano, al igual que el tren de válvulas abierto y el árbol de levas a la vista. Por cierto, el citado tren de válvulas es la joya de la corona de esta motocicleta.
El tren de válvulas OHV es abierto. Es decir, sin tapa y cuyos balancines y resortes se pueden ver en funcionamiento. Solo el cigüeñal, seccionado en varias partes, está sellado y gira en secreto. Cuenta con un diámetro de 86 mm y una carrera de 95 mm, es decir, una carrera larga por cilindro de 550 mm y la cilindrada es de 4.414 cc.
Desde el cigüeñal, a través del citado volante motor, la fuerza se redirige 90 grados a través de un engranaje angula, a 2 piñones y 2 cadenas. Dos engranajes, incluidos embragues y frenos, están integrados en el eje de la rueda trasera con una cadena por cada lado. Como curiosidad, cuenta con dos palancas de freno de pie, uno a la izquierda y otro a la derecha de cada reposapiés. Debería ser suficiente, ya que la rueda delantera no cuenta con frenos.
El chasis de acero tubular también ha sido diseñado y fabricado por el propio Pavel. Está soldado con latón y no cuenta con suspensión en la zaga. Solo equipa unos efectivos muelles debajo del sillín. Para la suspensión de la rueda delantera, su creador modificó una horquilla contemporánea. Las llantas de acero son a medida, grandes y estrechas, cuentan con un diámetro de 26" y 40 radios de alambre por rueda. El tamaño de neumático, que difícilmente se encuentra hoy en día, es de 3,00 x 26”. La distancia entre ejes es de 1.720 milímetros y la longitud total es de 2,40 metros. Esta moto para la báscula en los 260 kg y los neumáticos deben inflarse a una presión de 5 bares.
En la parte trasera del largo y estrecho depósito hay espacio para 6 litros de combustible especial de bajo octanaje, adecuado para la baja relación de compresión del V8, en una proporción de 3:1. Con un consumo de alrededor de 8 litros cada 100 km, con un tanque solo se pueden hacer unos 80 km. La parte delantera del depósito se llena con 2 litros de aceite, que se rocía sobre el motor y el engranaje cónico mediante 2 bombas manuales.
Antes de cada viaje, se deben lubricar nada menos que 90 puntos en el tren de válvulas del V8 con una bomba manual. Se arranca externamente con un pequeño motor de arranque, y la mezcla aire-combustible debe ajustarse meticulosamente mediante varias palancas en el carburador central. Afortunadamente, es suficiente que arranque al menos un cilindro para que los otros siete funcionen.
200 rpm por minuto son suficientes para que el V8 aeronaútico funcione sin problemas. Además, se puede escuchar el V8 casi sin filtro. Los colectores de salida en ángulo recto, con sus fondos biselados, están casi sin amortiguar acústicamente. Con un cambio de únicamente dos velocidades, esta motocicleta es capaz de alcanzar 130 km/h en segunda, su marcha larga.
Nos aventuramos a afirmar que al galardón que obtuvo este mes le seguirán otros muchos. A primera vista, esta espectacular motocicleta parece una máquina centenaria original restaurada como si fuera un reloj suizo. Suponemos que Pavel tiene lugar en el taller para las copas que están por llegar.
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