La inteligencia artificial llega al mundo de los frenos
Brembo desarrolla un sistema gestionado por IA

Cada año que pasa las motos son más y más sofisticadas. Si echamos la vista atrás, hace un par de décadas la inyección en las motos era algo poco habitual, con los carburadores reinando. Y todavía más extraño era hablar de los ABS (quitando BMW), o de otros sistemas de seguridad activa que a día de hoy encontramos hasta en las motos más pequeñas. Pero a día de hoy la tecnología no deja de avanzar y, afortunadamente, lo hace para ofrecernos cada vez motos más seguras, que nos ayudan en las situaciones más complicadas y en aquellas en la que nosotros nos equivocamos.
Pues bien, a todas estas ayudas que ya están funcionando a pleno pulmón se le sumará no tardando mucho la inteligencia artificial. No es, por el momento, que las motos vayan a ser autónomas, pero sí tomará decisiones en momentos claves. De entrada hay que decir que este tipo de dispositivos de frenos inteligentes están siendo desarrollados por Brembo, la marca de referencia en el sector. Ya llevan una década trabajando en ello y, además de que la IA juega un factor crucial (más adelante detallaremos cómo funciona), otro de los puntos más interesantes es que las bombas y los latiguillos desaparecen, pasando a ser una frenada “by wire”.
Es precisamente esta peculiaridad del sistema la que permitirá llevar a cabo diferentes operaciones a los frenos, y es que cada pinza tendrá la capacidad de actuar de manera independiente. Hasta ahora, los sistemas de frenado actuaban al unísono en general aunque bien es cierto que, en el caso de los coches, algunas marcas ya habían desarrollado sistemas de frenada que transmitían más potencia a las ruedas del interior de la curva para ayudar a que siguiera la trayectoria correcta. Otra de las ventajas que tiene el nuevo dispositivo, Brembo Sensify, es que como decíamos desaparece todo lo relativo al sistema de frenado a excepción de la propia pinza y la maneta.
Hasta ahora el freno era hidráulico, pero el nuevo dispositivo no necesita de líquidos para activar los pistones que presionan las pastillas contra el disco. El sistema pasa a ser “en seco” con un pequeño motor eléctrico haciendo la función, aunque desde Brembo también trabajan en el sistema “dry” en el que sí hay hidráulico pero de manera independiente en cada pinza, y aclaran que estarán destinados para los vehículos más pesados o que requieran una mayor capacidad de frenada. En cuanto a la hora de funcionar y antes de entrar en la parte de IA, nosotros actuaríamos sobre la maneta que a través de un cable pasaría la orden a la centralita para que esta a su vez activase el freno. Es exactamente lo mismo que sucede con los aceleradores electrónicos pero llevados al apartado de los frenos.
Gracias, precisamente, a estar gestionado por la propia centralita se podrían configurar uno u otro tipo de reacciones, con mayor o menor progresividad, modos de frenada adaptables a modos de conducción diferentes, un gran abanico de posibilidades. Pero todo va un paso más lejos gracias a la introducción de la inteligencia artificial. Gracias al software instalado va a aprendiendo y adaptándose al conductor, y es capaz de predecir acciones y situaciones. Con ello se mejora la seguridad ya que es capaz de no perder la trayectoria en una apurada de frenada o en curva a la par que consigue optimizar la frenada "jugando" con la fuerza de frenada en cada rueda para conseguir detener el vehículo más eficiente y rápidamente. Este sistema no llegará al mercado hasta 2024 y será un elemento más con el resto de sistemas de seguridad ya implementados junto a los que trabajará.
En el caso de su implantación en moto son muchos los interrogantes que surgen, pues a diferencia de los coches tenemos dos frenos, uno por eje que aplicamos en función de la necesidad, el momento y el tipo de moto. Es por ello que para poder sacarle todo el partido a este sistema se necesitaría una frenada combinada como los actuales ABS de Bosch en las motos más modernas. También llama la atención que, al menos en el vídeo, el sistema parece mucho más pesado y complejo que los actuales por lo que habrá que estar atentos a la evolución del sistema y su adaptación a las dos ruedas.