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La isla de los neumáticos

Fotos: SMN
Una vez más, los neumáticos fueron determinantes en el desenlace del Gran Premio de Australia. Afortunadamente, no vivimos la catástrofe del año pasado, con la carrera de Moto2 recortada por seguridad, y la de MotoGP con un cambio de moto obligatorio a mitad de la misma por idénticos motivos. Luego lo de la movida de Marc Márquez y su descalificación ya fue la guinda del gran desaguisado de los neumáticos.

En esta ocasión, en la carrera de MotoGP, vimos una acertada elección de neumáticos por parte de los tres hombres que llegaron al podio, Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y Bradley Smith, que optaron por el compuesto extrablando delantero, mientras que la mayoría optaba por el asimétrico, como hicieron Marc Márquez, Cal Crutchlow y Pol Espargaró, que sufrieron caídas idénticas: perdieron el tren delantero en una frenada fuerte para entrar en una curva de derechas. Como explicó Márquez, la bajada de temperatura seguramente tuvo mucho que ver con esa situación.

Es cierto que el sábado, durante la sesión clasificatoria, la temperatura de la pista fue 4 grados más baja, pero también es verdad que los tiempos se hicieron con el compuesto blando, no con el asimétrico. Y como también explicó Márquez al hablar de su caída, en el momento de la carrera en el que se produjo, notaba un descenso de la temperatura y él había comenzado a rodar más lento, y quizás el neumático se enfrió, aunque estamos hablando de apenas dos décimas de diferencia. Con Márquez podríamos aceptar que fuera así, pero en el caso de Crutchlow y Espargaró es muy extraño, porque el inglés acababa de rodar más rápido que en las dos anteriores vueltas, y Pol llevaba cinco vueltas seguidas clavando el 1’30”8, y el primer parcial lo completó a la milésima (0”047 de diferencia con el giro anterior).

Y qué decir de Jorge Lorenzo, que acertó con la goma adecuada, pero se encontró con uno de esos extraños casos de un neumático defectuoso. No es frecuente, pero sigue sucediendo, por más que el control de calidad de Bridgestone es muy exigente. Así que, de otra manera, la cuestión de los neumáticos también le pasó factura a Lorenzo.

En definitiva, el neumático asimétrico fue una mala elección: mientras que Rossi, Lorenzo y Smith terminaron la carrera rodando en 1’31” sin problemas, Márquez, Crutchlow y Espargaró se cayeron en 1’30” porque los neumáticos no eran capaces de aguantar ese ritmo hasta el final.

Por encima de este análisis, lo que me sorprende es que se siga errando de esta forma con la elección de los compuestos para la carrera de Phillip Island. Y se falla porque se sigue trabajando de una forma que no parece lógica, realizando pruebas en marzo, al final del verano austral, mientras que la carrera se disputa al inicio de la primavera austral, cuando el viento antártico todavía bate con fuerza el Estrecho de Bass. ¿No sería más adecuado hacer esas pruebas de neumáticos en estos momentos, aprovechando la logística de los Grandes Premios?

Entiendo que Bridgestone tiene sus razones para organizarse como lo hace. Por logística, puede ser más sencillo planificar las pruebas durante la pretemporada, con el clásico periplo por Malasia en febrero y Australia en marzo, mientras que enviar un equipo de pruebas a Phillip Island a esta altura de la temporada debe implicar una complejidad mayor, o poner en marcha unos recursos que, quizás, en estos momentos están plenamente destinados al campeonato. Esto es algo que sería interesante (e instructivo) que Bridgestone nos lo pudiera explicar, y también sería bueno saber cual será el planteamiento de Michelin.

La otra opción sería trasladar de fecha el Gran Premio de Australia, una repetida petición de los pilotos pero que se encuentra con multitud de complicaciones organizativas. Anteriormente, salvo en 1990, el Mundial siempre visitó Australia a principio de año, bien en Phillip Island, bien en Eastern Creek. Pero en 1996 se produce un cambio importante: la Fórmula 1 deja de disputarse en Adelaida y se traslada al Albert Park de Melbourne. Y al año siguiente, las motos regresan a Phillip Island, también en el área de Melbourne y bajo el mismo promotor, que no desea que sus dos principales acontecimientos del motor coincidan en el mismo periodo del año, así que las motos están condenadas al mes de octubre porque los coches llegaron antes al verano austral de Melbourne.

En definitiva, Bridgestone (para el tiempo que le queda en el convento… no va a cambiar su plan de trabajo, así que en 2015 volveremos a tener la misma cantinela con los neumáticos). Ahora están en manos de Michelin que la historia cambie.

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