Las 300 MV Agusta Brutale 1000 Serie Oro ya tienen precio: 42.990 euros

Si buscas una naked que destroce cuellos y arranque pegatinas, posiblemente no haya otra moto igual entre los modelos de producción que la MV Agusta Brutale 1000 Serie Oro. Y lo vamos a resumir en tres datos: 212 cv, 184 kg y más de 300 km/h para una moto en la que no te puedes esconder tras el carenado.

¿Cómo se consigue todo esto? Pues dejando que la fábrica de Varese haga su magia, tanto estética como a nivel de mecánica. Y es que las versiones Serie Oro son lo mejor que el dinero puede comprar, pues la marca italiana no repara en gastos y sólo utiliza lo mejor de lo mejor como ya te contamos.

Si hay que utilizar un motor potente, pues se utiliza el mismo de la F4 1000 RC, derivado del usado en el Mundial de Superbikes. Son 208 cv y 115,5 Nm de par que pasan a los 212 cv con la ECU especial y el escape SC-Project de titanio.

Un escape, por cierto, en configuración 4-1-4 y con la válvula de escape mejorada. Dentro del motor, muchas modificaciones para conseguir estos datos de potencia: válvulas de titanio, guías sinterizadas, nueva cámara de combustión mecanizada en CNC, diferente calado del árbol de levas, pistones de baja fricción y nuevo cigüeñal. El cárter, como en competición, es de tipo semiseco y compartimentado para que siga ofreciendo una lubricación óptima independientemente de las fuerzas a las que sea sometida la moto. Y también hay cambios en la inyección de la moto y el airbox, que reducen el peso respecto al anterior en 1 kg.

El chasis de la MV Agusta Brutale 1000 Serie Oro se ha desarrollado a partir del de la MV Agusta F4 aunque sigue contando con su estructura tubular en conjunción con placas de aluminio. Y como hablamos de velocidades que superan los 300 km/h, la aerodinámica se ha estudiado al máximo, hasta tal punto que los embellecedores de los radiadores cobran aquí una importante misión como alerones que aumentan la carga en la rueda delantera cuando se circula por encima de los 200 km/h.

Las suspensiones tanto delante como detrás vienen firmadas por Öhlins y cuentan con ajuste electrónico mientras que los frenos son Brembo de la serie Stylema con discos de 320 mm, ABS Bosch 9.1 y sensor de presión en los neumáticos. La plataforma inercial de Bosh permite parametrizar el control de tracción en ocho posiciones, dos para el anti-wheelie, launch control, quickshifter tanto para subir como bajar marchas, etc.

La carrocería, mínima, es de fibra de carbono y aunque está pintada en rojo, se ha usado un tono transparente que permite ver el entramado inferior. Completan esta impresionante moto un faro LED con función luz en curva, TFT de 5” y resolución 800×480 px, conexión a smartphone, etc.