Poco a poco el anterior Gobierno hizo efectivo el rescate de las autopistas de peaje quebradas, integrándolas dentro de la Red de Carreteras del Estado aunque manteniendo su financiación mediante el correspondiente pago de los peajes.
Pero es lógico pensar que estas carreteras, muchas de ellas concebidas sin demasiado criterio al haber vías alternativas gratuitas, iban a seguir sin funcionar (económicamente hablando) a pesar del cambio de manos. Es por ello que en busca de un aumento de los ingresos, dichas autopistas bajarán su precio una media de un 30%. Se espera con ello incentivar su uso por parte de los conductores.
Las autopistas que entrarían en este medida serían la AP-41, que discurre entre Madrid-Toledo, las radiales madrileñas R-2, R-3, R-4 y R-5, la AP-36, entre Ocaña y La Roda, la AP-7 Cartagena (Murcia)-Vera (Almería), la Circunvalación de Alicante y la M-12 Eje Aeropuerto.
Pero por otro lado, debemos tener en cuenta que el resto de autopistas de peaje verá incrementado su precio con la llegada del nuevo año. Así, a partir del 1 de enero el precio medio del peaje de la red estatal de carreteras subirá aproximadamente un 1,67%.
¿Y qué ocurre con el resto de autopistas?
No nos olvidamos de otro tema candente y de actualidad: el pago por uso de las autovías. El actual Gobierno ya anunció hace unos meses que buscaría la forma de establecer un nuevo modelo de financiación para las autovías que son gratuitas pero representan un gasto anual para el Estado de 11.000 millones de euros. Esta fórmula de financiación ya se lleva a cabo en otros países europeos. El más reciente es, por ejemplo, el de nuestros vecinos portugueses.
El Ministerio de Fomento ya ha creado una subcomisión en el Congreso que empezará a trabajar a principios del año que viene para, en un plazo de 6 meses, mostrar sus conclusiones sobre el nuevo modelo a aplicar y que se pueda empezar a utilizar ya en 2020. En total se estima que pasarían a ser de pago unos 3.000 km de los 11.249 km que comprenden la red de autovías dependientes del Estado.
De momento se ha hecho público unos ligeros esbozos de cómo sería esta fórmula de financiación, y estaría basada en el distintivo medioambiental de los vehículos. Es decir: tanto contaminas, tanto pagas. Se ha empezado a hablar de una horquilla de costes comprendidos entre 0,03 y 0,15 euros por kilómetro, pero sin explicar a quiénes se aplicaría exactamente. Aquellos vehículos sin etiqueta medioambiental (gasolina anteriores al año 2000 y diésel anteriores a 2006) sería quienes más pagarían por circular.
En cuanto a las motocicletas, todavía se desconoce si estarán incluidas también en esta nueva fórmula de financiación o, por el contrario, quedarían exentas de pagar por circular por las autovías.
