Los moteros españoles: lo son por placer y facilidad al aparcar, pese a los riesgos

¿Cómo son y se comportan lo moteros españoles? Los especialistas en mantenimiento de automóviles, Midas, están cada día más volcados en el mundo de la moto. En los 155 centros de España cuentan ya con 45 “corners” dedicados a las motos, aparte de dos centros exclusivos para motos (en Madrid y Barcelona). Además de la actual oferta de la luz Cosmo Connected, han querido mostrar su interés por las dos ruedas motorizadas encargando un completo estudio a la especialista en estadísticas Ipsos. Sus resultados son interesantes y retratan muy bien en muchos aspectos “cómo somos”…

Lo primero que queda claro es que no hay “un” perfil de motorista en España. Si acaso, en la mayoría de casos suele haber bastante polarización entre dos aspectos. Es decir, que en algunas cuestiones, somos de blanco o negro. Por ejemplo: tres de cada diez motoristas se consideran más prudentes y respetuosos que la media de conductores, pero otros tres de cada diez confiesan ser bastante imprudentes o agresivos. Algo menos de una tercera parte son mujeres (32%) frente a un 68 por ciento de hombres, y la franja de edad con más moteros es a partir de los 40 años: un 55 por ciento. Esto arroja una edad media de 42 años. Por tipo de moto dominan las 125 como es previsible: un 36 por ciento. Las siguientes son las de más de 500 cc, un 26 por ciento, mientras que las 50 son un 15 por ciento.

También hay cierta diferencia en por qué tienen moto: un tercio (38 por ciento) tiene la moto sobre todo por cuestiones prácticas, pero dos tercios (62 por ciento) realmente considera que va en moto porque le gusta (placer). En cuanto a para qué la usan (usos acumulados), un 88 por ciento reconoce que por ocio, y un 74 por ciento para el uso diario de ir al trabajo o a los estudios; hasta un 41 por ciento la usan cuando están de vacaciones, además. Andaluces y catalanes, por este orden, son con diferencia los más moteros del país, seguido de los valencianos y madrileños a cierta distancia.

Mantenimiento y equipamiento

Más información interesante surge de las preguntas relativas al cuidado de la moto o con el equipamiento. Como en otros casos hay cierta polaridad, es decir, motoristas que sí están pendientes de su moto y otros que son muy descuidados. Pero un 68 por ciento sí realiza las revisiones con la frecuencia que recomienda el fabricante, sobre todo los que son hombres, mayores y con motos de más de 500cc; los que van en ciclomotor están en el otro extremo y las descuidan más.

Una tercera parte (38 por ciento) afirma que revisa las presiones de su moto una vez al mes por lo menos. Otro tercio (32 por ciento) es algo más descuidado pero sí consciente de la importancia de este tema y la revisa por lo menos cada dos meses. En estos intervalos también están pendientes del desgaste de los neumáticos, lo cual está bastante bien.

Respecto del equipamiento, que ahora que llega el verano vuelve a ser algo que está a la orden del día con mucha gente claramente desprotegida, la encuesta es optimista (se realizó durante los primeros días de junio). Un 80 por ciento afirma usar siempre casco integral, pero un 35 por ciento admite usar a veces un casco abierto, sobre todo con ciclomotores. El 74 por ciento además usa guantes y un 57 por ciento afirma que usa chaqueta motorista, mientras que las botas sólo un 22 por ciento (aunque es uno de cada cinco, tampoco está mal).

Los riesgos de ir en moto

Más de la mitad de los entrevistados (56 por ciento) destaca que les parece más peligroso conducir en ciudad que en carretera, por culpa de las numerosas “trampas urbanas”. La excepción a esto son las mujeres que van en moto, a quienes da más respeto (en general) la carretera que el tráfico urbano.

El 75 por ciento considera que hay muchos riesgos en general para ir en moto. Las citadas trampas urbanas son el ejemplo más claro, pero el resto de conductores también es un riesgo: hasta un 65 por ciento opina que los conductores de coches no les respetan ni los consideran como lo que son, un elemento más vulnerable en el tráfico. La presencia de ángulos muertos por parte de todos (el conductor del coche “no nos ve” y el de moto no aprecia quien viene por detrás) es uno de los problemas más citados.