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Los motoristas ayudan a mejorar los sistemas de conducción autónoma

Trabajaron codo con codo para mejorar el sistema Aurora Driver
Fotos: Aurora
Los sistemas de conducción autónoma deben ser capaces de anticiparse a cualquier maniobra o situación de peligro, y uno de los vehículos más difíciles de detectar son las motocicletas. La compañía Aurora ha colaborado con motos para mejorar su sistema

Entre los muchos escollos que tienen que superar los sistemas de conducción autónomo se encuentra convivir con un gran número de usuarios en los más diversos vehículos, cada uno de ellos con unas características diferentes. En un mundo ideal en el que todos los vehículos estuviesen comunicados (o fuesen autónomos) no habría accidentes, pero cuando la máquina debe convivir con un ser humano imprevisible, las cosas se complican. Y si estos van en motocicleta, todavía más.

Ya sabemos los problemas que ha tenido Tesla para detectar motocicletas. Y no es la primera vez que una moto y un coche autónomo acaban colisionando. Por ello un ex-ingeniero de Tesla, Sterling Anderson, ha co-fundado la compañía Aurora para el desarrollo de software específico para vehículos autónomos. Este software, denominado Aurora Drive, se encuentra ahora en fase de desarrollo.

Conociendo las dificultades a las que se puede encontrar, el programa necesita recoger el mayor número de datos posibles y para ello solicitó la ayuda el Iron Order Motorcycle Club de San Francisco. De esta forma, salieron a rodar juntos creando multitud de situaciones en las que un vehículo autónomo podría encontrarse con una motocicleta.

Motoclub ayudando al software Aurora

Circular delante, detrás, en paralelo, con desplazamientos laterales, moviéndose simultáneamente, filtraciones entre el tráfico, dos motos circulando en paralelo…. las posibilidades son innumerables pero con ello han podido ver si los sensores captaban las motos y en qué situaciones no lo conseguían, con el fin de mejorar la percepción y sobre todo el tratamiento posterior de toda la información para que el software las pueda ver y, de esta forma, actual en consecuencia.

Una de las pruebas más importantes era la del frenado detrás de una motocicleta ya que esta puede detenerse, dentro del carril, en múltiples posiciones. Lo más seguro cuando lo hacemos en moto es acercarnos a uno de los laterales para tener una ruta de escape y evitar ser embestido. El coche autónomo necesita saber qué existe esa posibilidad y por lo tanto, actuar en consecuencia (por ejemplo, frenar desviando su trayectoria de la moto).

Sin duda una interesante manera de mejorar y evolucionar los sistemas autónomos.

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