Tal vez obligada por los designios de lo políticamente correcto, o tal vez impulsada por un verdadero deseo de frenar el deterioro del planeta, la cuestión es que otro año más vuelve La Semana de la Movilidad, para que de un modo u otro implique a nuestras conciencias en una forma más racional de movernos, respetando lo máximo posible la ecología de un medio ambiente que desde distintos rincones de su espacio no deja de enviarnos avisos, y algunas advertencias, que como un clamor, deben de hacer pitar los oídos de un poder económico cada vez más negligente y más voraz con su entorno.
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) es el organismo encargado de impulsar esta campaña en nuestro país, que este año toma como tema central la movilidad limpia, compartida e inteligente, elegido por la Comisión Europea, está centrado en y al que han dado el lema de: ¡Compartir te lleva más lejos!.
Desde La Unión Europea se trata de fomentar recursos y soluciones que nos lleven a una movilidad compartida y también de que fijemos nuestra atención sobre los beneficios que acarrean unos modos de trasladarnos más “limpios”, apoyándonos en las tecnologías de transporte inteligente. Y sobre ello, la Comisaria Europea de Transporte, Violeta Bulc, ha establecido cuatro áreas prioritarias: innovación, digitalización, descarbonización y ciudadanía.
Según los datos que obran en poder del citado ministerio, España lidera desde hace muchos años la participación en la Semana Europea de la Movilidad. Y así, en 2.016, de las 2.427 ciudades europeas que tomaron parte en esta campaña, 451 fueron españolas, con 7.047 medidas permanentes presentadas.
El ministerio destaca así mismo la participación en pasadas ediciones de la sociedad civil, organizaciones sociales, instituciones y empresas, que realizaron durante esta SEM, actividades relacionadas con la movilidad sostenible para concienciar a los ciudadanos en sus áreas de influencia, sobre el beneficio individual y colectivo del cambio de comportamiento a la hora de elegir un modo de transporte no contaminante.
