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Menos tráfico y más multas por velocidad durante la cuarentena

La tasa vehículo-multa ha subido un 36%
Sorprendentemente el acusado descenso del tráfico durante la cuarentena no está suponiendo una reducción al mismo nivel ni en la siniestralidad ni en el número de multas. Al contrario, las multas por exceso de velocidad crecen porcentualmente hablando.

Uno de los efectos claros y directos que ha tenido la entrada en vigor de la cuarentena ha sido la disminución drástica del tráfico tanto en ciudades como en carreteras. Los desplazamientos interprovinciales también se han desplomado ya que solo pueden hacerse debido a motivos laborales actualmente. De hecho, según los informes de la DGT, el tráfico medio ha caído en un 80% respecto al mismo periodo del año anterior con picos puntuales mayores como fue Semana Santa en la que el descenso fue del 86% con respecto a la Semana Santa de 2019.

Pero este acusado descenso del tráfico deja al descubierto unos datos realmente alarmantes y es que a pesar de la disminución tan drástica de los desplazamientos los accidentes y víctimas mortales no se han reducido en esa proporción. Lamentablemente, en el mes de abril fallecieron 30 personas en accidente de tráfico en las 24 horas posteriores al mismo, el año pasado esta cifra fue de 76 es decir aunque el tráfico se ha reducido en un 80% las víctimas mortales solo lo han hecho al 59,45%. Además, el lugar donde están ocurriendo estos accidentes se va nivelando con cifras de en torno al 60% en carreteras secundarias y el 40% en autopistas cuando esa diferencia suele ser mucho mayor.

Radar DGT

Por si esto fuera poco, tampoco crece el porcentaje de vehículos multados. Según explicó el Ministro del Interior a la Agencia EFE, del que depende la Dirección General de Tráfico, desde que comenzó la cuarentena se ha pasado de multar a 0,57% de los vehículos por exceso de velocidad a llegar al 0,78%. Esto representa un aumento del 36% en los vehículos que son sancionados por no cumplir las velocidades máximas, siempre hablando de los radares sobre los que tiene la competencia la DGT.

Según Grande-Marlaska: «Es como si al haberse reducido la circulación en un modo tan notable, los conductores entendieran que pueden incrementar la velocidad y pensaran ‘es mía la carretera». Igualmente, otros informes también apuntan a una relajación general al haber menos tráfico y, también, a las distracciones por parte de los conductores.

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