Monta una manta Tucano Urbano Termoscud en 3 pasos

Este accesorio, ideal para protegerte de las inclemencias meteorológicas, está muy extendido en los usuarios de scooter en nuestro país, demostrando su validez y practicidad en el día a día motero. Tener frío o mojarte ya no es excusa.

Los buenos pensadores italianos de “Tucano Urbano” ingeniaron hace más de una década una manta para el scooter (no olvidemos que este tipo de vehículo nació allí) con la que poder protegerse de la lluvia y el frío en invierno, que con el paso del tiempo se ha convertido en una parte más del equipamiento del motorista. Tanto en su país originario como en el resto de países de Europa occidental, el Termoscud de Tucano Urbano es una prenda imprescindible en el invierno y no hay moto por la calle que no lo monte. De hecho, al igual que sucede con algunos productos cotidianos que terminan denominándose con el nombre del inventor del mismo, con la manta Tucano sucede lo mismo. La gente habla de tengo un “Tucano” en clara relación a que posee una manta protege piernas del fabricante milanés.

Dicho esto, a continuación os mostramos los sencillos pasos que hemos tenido que realizar para montar la manta específica del Kymco Xciting 400i, uno de los últimos modelos recién llegados a la ciudad. Pero antes debemos informaros que Tucano Urbano cuenta con un larguísimo catálogo de cubre piernas específicas para casi todos los modelos de scooter del mercado (al menos en las marcas que están establecidas internacionalmente), por lo que si queremos utilizar una de ellas asegurémonos poner la correspondiente al modelo y año entrando en la página del fabricante Tucanourbano.com/es.

Lo único que necesitas para instalar una manta térmica Tucano Urbano es un destornillador de estrella y media hora libre. Antes de sacar la manta de su compacta bolsa, donde viene cuidadosamente doblada y que nos servirá para almacenar en los periodos del año que no la utilices, lo ideal es realizar el montaje en un espacio amplio y con luz natural, a ser posible al aire libre, para desenvolverte más rápida y cómodamente. Las instrucciones son sencillas y recuerdan a las que encuentras en un mueble de IKEA por lo que, si eres otra víctima más del mobiliario sueco, estás de enhorabuena.

La sujeción del Termoscud del Xciting 400 se asienta sobre 8 tornillos de su contraescudo: 4 en la parte superior (cerca del manillar), 2 en los laterales y 2 por detrás de los intermitentes delanteros (los más incómodos de aflojar). Hay que quitarlos para introducir las tiras que anclan el Termoscud a nuestro scooter y volver a apretarlos con él puesto. Este tipo de sujeción no es la única que aplica Tucano Urbano, pues existen otras fórmulas dependiendo el tipo de scooter y su fisonomía, como puede ser ayudarse de alguna tapa propia del vehículo que al apretarla pillando alguna cinta de la manta lo sostenga.

Los dos tirantes inferiores del Termoscud (una por cada lado) se sujetan al scooter mediante un par de ganchos de plástico con click por cada uno de sus extremos, que se agarran a la rejilla existente en la panza del Xciting. Este paso es importante realizarlo una vez hemos ajustado al completo los tornillos, y deberemos ir calibrando de un lado y otro la tensión de las tiras, para que la manta quede perfectamente ajustada y centrada en nuestro vehículo.

Una de las novedades de la última generación del Termoscud es su sistema antiflaneo patentado SGAS, es decir, compuesto por dos cámaras hinchables ubicadas en los flancos de la manta que aportan un peso extra y evitan que esta se abra y flanee, de forma que el frío o el agua nunca entra. Soplando por las válvulas, como en cualquier colchoneta de playa, los tendrás listos en un periquete.

Un detalle interesante es que la manta cuenta con un tirante tipo click (una vez montada la manta queda a media altura, a la altura de las rodillas) para enrollar la manta en verano en caso de que no queramos desmontarla.

Además, el final de la manta cuenta con un bolsillo donde se esconde un práctico chubasquero extraíble pensado para tapar el asiento cuando el scooter está aparcado, algo que evitará mojarnos las posaderas cuando vamos a coger el vehículo o incluso la suciedad. Sumado a esto, el cubre piernas cuenta también con otro compartimento al que se accede mediante cremallera y que está destinado para guardar objetos personales con la tranquilidad de que no se mojan. Un consejo, si metemos un pequeño candado de pinza de disco, esto dará un poco de peso a la manta cuando la tengamos descansando sobre nuestras piernas y así eliminaremos aún más que se mueva.

El Tucano Urbano Termoscud también dispone de unas tiras para ponértelas alrededor del cuello (te queda como un delantal) y te proteja aún más si tu moto no tiene un parabrisas alto o llueve torrencialmente.

Es importante destacar también que el Termoscud cuenta con tiras reflectantes colocadas en el perímetro de la manta, lo que sumado al logotipo reflectante, ofrece un plus de seguridad al conductor.

Para el acceso al bombín de la llave de nuestro vehículo, la manta cuenta con una apertura con tapa, que permanece cerrada mientras no la utilizamos y abierta cuando la lleva está insertada.

¿Cómo va el Termoscud?

La manta Tucano Urbano es, sin lugar a dudas, uno de los “mejores inventos” que existen para un scooter. Si bien es cierto que a primera vista no es lo más vistoso, es un alegato a la funcionalidad. Personalmente no conocemos a nadie que la haya probado un solo día de invierno y no se haya quedado prendado por sus ventajas: protege del agua, del frío, de la suciedad, de piedras y posibles cosas desprendidas que nos encontremos conduciendo, además de que evita miradas indiscretas (las chicas pueden ir con falda corta sin preocuparse).

Y gracias a todo ello, los que la prueban son sus mejores embajadores. La reticencia inicial se convierten en halagos una vez has comprobado sus ventajas. Y es que, aunque resulta algo raro acceder a la moto las primeras veces (sobre todo los scooter que tienen túnel de refuerzo central elevado), pues debes retirar la manta para introducir las piernas con el cuidado que no esté demasiado tensa para que te deje movilidad interior, una vez lo has repetido varias veces, ya te resulta muy sencillo.

Normalmente el punto más delicado para los “primerizos” es bajar las piernas cuando llegamos a un semáforo. Tengamos en cuenta que la manta está hecha para proteger del frío y el agua, por lo que queda ajustada de tal manera que para sacar el pie debes empujar levemente la manta hacia fuera. Este movimiento se coge en una tarde, por lo que es sólo cuestión de un poco de práctica.

Un detalle más que satisfactorio del Termoscud es el recubrimiento interior tipo “borrego”, que a algunos nos recuerda a las chaquetas Levi’s con forro de nuestra juventud. Su tacto es de lo más agradable y el confort interior que te aporta es realmente excepcional, pues no sólo abriga sino que protege y logra crear algo así como una “cámara interna” de aire caliente.

Para sacar el máximo provecho al cubrepiernas, habrá que prestar especial atención al tensado, para evitar que circule el aire por el interior de la manta. Al estar todo tan cerrado, cualquier hilo de aire lo notaremos mucho más, así es que como ya hemos recordado antes, a la hora de colocar la manta la primera vez deberemos ir ajustando poco a poco y de lado a lado, montándonos y bajándonos cuantas veces sea necesario (lo suyo es hacerlo con el caballete puesto, para poder subir los dos pies), para asegurar que queda lo suficientemente tirante para lograr la estanqueidad precisa, pero sin agobiar.

El cubrepiernas Tucano Urbano es la solución ideal para no mojarte ni pasar frío no sólo en invierno, sino también en el otoño e incluso en primavera durante los días de lluvia. La mejor forma de confiar en su capacidad es probarlo y una vez que lo haces te conviertes en el mejor prescriptor del producto. Sin duda alguna el Termoscud es uno de los artículos más útiles en la lista de equipamiento para el motorista ciudadano. Y cuidado, pues la firma italiana también cuenta con una pequeña aunque interesante colección para motos, algo poco visto todavía pero no menos útil que las mantas convencionales.