Es una decisión solomónica y muy arriesgada. Tras analizar el incidente de Scott Redding , Michelin no ha podido sacar conclusiones aún, y en un comunicado emitido por el fabricante francés se asegura que el neumático se encuentra “bajo investigación”. Se ha decidido retirar los dos compuestos inicialmente asignados a esta carrera y sustituirlos por un neumático extra, de compuesto medio, que dispone de más goma en su banda de rodadura.
Según Michelin, “la razón por la que se retirarán los dos compuestos traseros disponibles se debe a que ambos comparten su construcción, lo que significa que puede darse una situación similar con el compuesto duro. El nuevo neumático especial que Michelin introducirá para la jornada del domingo se adaptará más adecuadamente a las condiciones y temperaturas, aunque sea a costa de cierta pérdida en los tiempos por vuelta”. Al parecer, el neumático de Redding solo tenía siete vueltas, y quizás este sea el motivo por el que se ha descartado adopta una fórmula similar de la de Phillip Island 2013, cuando se acortó la carrera por problemas de seguridad, y se prohibió dar más de diez vueltas con un neumático, lo que obligó a los pilotos a pasar por “boxes” para cambiar de moto.
Desde que se introdujo la figura del suministrador único de neumáticos en MotoGP, es la primera vez que el fabricante se ve obligado a retirar los dos compuestos asignados para la carrera y recurrir a un neumático extraordinario.
Este neumático extra no ha sido probado aún por lo que se ha habilitado una sesión de pruebas extraordinaria de media hora a las 9 de la mañana para que los pilotos tomen contacto con él, y posteriormente se realizará el programa habitual de “warm up”, donde las tres categorías dispondrán de 20 minutos para rodar.
No cabe duda que se trata de una decisión muy arriesgada para todos los pilotos obligarles a correr con un neumático que no han probado y con poco tiempo para realizar ajustes. Además, la sesión de entrenamientos extra se realizará en condiciones climatológicas muy diferentes a las de carrera: será a las 9 de la mañana, y a esa hora, en los días previos, la temperatura de la pista osciló entre 28ºC y 29ºC; a la hora de la carrera, las 16 horas, la temperatura de la pista estuvo entre 54ºC (viernes) y 41ºC (sábado), por lo que el comportamiento del neumático y la puesta a punto pueden verse afectadas.
No obstante, si se cumplen las previsiones, es probable que llueva en Termas. Si fuera así la lluvia serviría de salvavidas a Michelin, que se enfrenta a una situación muy comprometida en la carrera de Argentina que, en cierta medida, recuerda el escándalo de Indianápolis 2005, cuando en el Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1, Michelin decidió retirar sus 14 coches de la parrilla alegando razones de seguridad, y ese día solo tomaron la salida seis coches, los únicos que montaban Bridgestone.
