El 31 de mayo de 2008 Valentino Rossi, que aquel año competía con los neumáticos Bridgestone cuando aún había guerra de fabricantes, consiguió su primera pole de la temporada. Todo parecía ir bien encaminado para el astro italiano, que ya contaba con 7 mundiales a sus espaldas.
Un día más tarde, el 1 de junio, conseguía la victoria, la sexta consecutiva (2002-2008). Las primeras vueltas, Valentino (que buscaba el octavo título mundial de su carrera) tuvo que recuperar cuatro puestos, que había perdido tras realizar una mala salida. Sin embargo en la cuarta vuelta el italiano llegó a la primera posición y no dio ninguna opción al resto de pilotos.
Las vueltas fueron pasando y poco a poco la distancia con Casey Stoner y Dani Pedrosa aumentaba, hasta que mediada la carrera ya era muy difícil, por no decir imposible, que la victoria se escapase de las manos de un Valentino Rossi en plena forma.
Finalmente Stoner cruzó la meta a 2,2 segundo de Valentino, que había bajado el ritmo, mientras que Dani Pedrosa finalizó en tercera posición. Aquel triunfo de Rossi le dio además la primera victoria a Bridgestone en Mugello después de 17 años interrumpidos de triunfos de Michelin.
Viendo el estado de forma del crack italiano nada podía hacer presagiar que Rossi no ganaría ninguna carrera más en Mugello en los siguientes años. De hecho en 2010 y sobre este mismo trazado Rossi sufrió la lesión más grave de su carrera deportiva. Veremos de qué es capaz el 46 este fin de semana, en el que alcanzará su Gran Premio 300.