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MXGP 2018 (España): El Campeonato del Mundo de Motocross regresa a España

Fotos: SMN
El Campeonato del Mundo de motocross regresa de nuevo a España, esta vez al nuevo circuito de Red Sand (Vilafamés, Castellón), un trazado totalmente novedoso y sin experiencia en grandes citas internacionales, pero con mucho trabajo a sus espaldas.

La arena roja es la principal seña de identidad de la nueva sede mundialista. Juanjo Gimeno, es el máximo responsable de Red Sand y el culpable de que la élite mundial vuelva a España, tras caer del calendario el año pasado la cita de Talavera de la Reina.

Sin embargo, las instalaciones de Red Sand son de sobra conocidas por la élite mundial del motocross, pues en los últimos años son numerosos los equipos que realizan la pretemporada en las instalaciones de Castellón. Cuando las temperaturas y la climatología impiden entrenar durante los inviernos en el resto de Europa, las instalaciones de Red Sand ofrecen unas condiciones sobresalientes para las pretemporadas de los equipos.

Red Sand supuso una revolución en la forma de gestionar unas instalaciones modernas de motocross. El complejo de Red Sand dispone de cuatro circuitos de motocross trabajados hasta el último detalle y un pack completo de hotel para los pilotos, con gimnasio, piscina y un conjunto de elementos que lo convierten en clave para la pretemporada de los equipos.

Durante esta pretemporada casi todos los pilotos del mundial han pasado por las instalaciones de Red Sand, por lo que conocen las dificultades y la exigencia del trazado castellonense.

La temporada pasada Red Sand iba haber organizado un Gran Premio 0 (RedSand International Race), al estilo de los test que se realizaban en MotoGP a principio de temporada, pero las lluvias torrenciales anegaron el circuito y la cita tuvo que ser suspendida. Tal es la confianza que el promotor Youthstream tiene en Red Sand que este año y los 4 siguientes el mundial desembarcará en la arena rojiza castellonense.

El trazado, diseñado por Greg Atkins, es totalmente arenoso, y con una dificultad técnica elevada. Zonas rápidas combinadas con zonas reviradas, mesetas, saltos grandes, zonas de olas y un sinfín de dificultades a las que tendrán que hacer frente los pilotos mundialistas.

El trazado de Vilafamés se encuentra muy cerca de Benicasim y los organizadores esperan una afluencia de público cercana a 25.000 personas, con un impacto económico estimado de diez millones de euros.

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