Los tiempos han cambiado y pocas cosas nos llaman ya la atención. La era de la imagen, la revolución digital de los medios de comunicación y la propia evolución de la sociedad nos han transformado en “seres devoradores de imágenes extremas”.
En este marco, hace pocos años surgieron los deportes extremos sobre aire, nieve, agua y, por supuesto, tierra y asfalto. Cabe recordar el mundial de FMX y el Red Bull X-Fighters, dos campeonatos de freestyle altamente recomendables, si quieres saber lo que se puede llegar a hacer con una moto de cross. Tampoco hay que olvidar los certámenes de Stunt con motos de carretera, vistosas persecuciones de los especialistas de Icon Motorsports o cualquier exhibición off-road sobre cuatro ruedas y espíritu americano en grandes estadios tipo Monster Jam y derivados.
La serie The Crusty Demons of Dirt fue la pionera hace 15 años, después llegaron los episodios de Jackass que siempre terminan mal, sin olvidar las Gymkhanas del piloto de rallies Ken Block, pero el producto de la gente de NITRO CIRCUS es “insano” para la salud, realmente increíble, sin trucajes ni efectos especiales: plenamente vigente y sorprendente en el siglo XXI. Héroes para algunos, locos para otros, en la hora y media de película queda claro que esta decena de pilotos marcarán un antes y un después en la historia de los deportes de riesgo: saltos, giros, eventos multicolor con miles de espectadores… No hay nada imposible si tu cabeza es capaz de concebirlo, ése es el lema. Claro que, las consecuencias tras la ejecución de un determinado ejercicio también son extremas: o sale bien o te matas.
