La tecnología usada en el localizador GPS actual puede cambiar radicalmente en los próximos años si tienen éxito las investigaciones que se desarrollan en el campo de la nanotecnología. La nanotecnología es ese avance científico que prometía salvar el mundo pero que nunca acaba de llegar. Sin embargo, parece que por fin empezamos a ver resultados, como con el grafeno. Y, en un futuro no muy lejano, con los imanes de tierras raras y la geolocalización, clave para encontrar cualquier cosa que haya sido robada.
Curiosamente la nanotecnología aplicada a la geolocalización no se está probando en vehículos, al menos por ahora, sino en obras de arte. Las estadísticas indican que apenas un 10% de las obras de arte que se roban en el mundo se recuperan alguna vez. ¿La solución? Reducir el tamaño del localizador GPS hasta hacerlo indetectable: «los imanes de tierras raras, como los imanes de neodimio y los imanes de samario-cobalto, se están desarrollando como fuentes de energía (baterías) capaces de ser utilizadas en dispositivos de nano-rastreo para objetos de valor como pinturas. Y, si las pruebas actuales tienen éxito, se podrán usar en vehículos», cuenta el experto en robos de vehículos, Ken German, en la web MCN.
Y es que el principal problema que tienen los actuales localizadores GPS es su tamaño, marcado sobre todo por la batería. Todo podría cambiar con los imanes de tierras raras. El nano-localizador GPS del futuro estará impulsado por una batería minúscula a partir de imanes de tierras raras. Pero detrás de cada solución, hay un problema: «algunos de estos imanes son extremadamente frágiles y vulnerables a la corrosión, por lo que requieren una cubierta para protegerlos de romperse, astillarse o desmenuzarse en polvo». Y aquí entraría la nanotecnología para solucionarlo.
Por el momento, la nanotecnología aplicada al localizador GPS parece cosa de ciencia ficción, pero los avances en el campo de las nano-baterías indican que en los próximos 5-10 años podremos ver novedades: «estos dispositivos microscópicos algún día podrían eliminar las baterías actuales, bastante pesadas y voluminosas, que se utilizan para alimentar los sistemas de seguimiento de los vehículos, que parecen ser fácilmente descubiertos y extraídos por los ladrones», concluye Ken German. Quizás el localizador GPS del futuro sea tan pequeño que ni siquiera su dueño lo podrá encontrar… Al menos no nos robarán nuestra moto.
