El colectivo motero ha ganado una nueva batalla contra los guardarraíles esta misma semana. La sala de lo Contencioso-Administrativo de la sección 4 del Tribunal Supremo ha sentado jurisprudencia para la reivindicación contra los guardarrailes y la respuesta que debe dar la Administración pública competente en estos casos.
En concreto el Supremo ha condenado a la Generalitat a pagar 319.409,20 euros a Juan Manuel P.B. que impactó con un poste de soporte del guardarraíl en forma de ‘H’ con vértice cortante que le provocó una paraplejia.
“Lo importante es que los motoristas que sufren uno de estos accidentes ahora saben que tienen derecho a una indemnización por parte de las administraciones”
La lucha de este motero ha pasado desde el esfuerzo por mejorar su vida como por todo el proceso contencioso-administrativo. Desde una primera sentencia que le culpaba del accidente y de los daños recibidos, por exceder la velocidad permitida, ha conseguido llegar al alto tribunal. Éste ha aceptado su recurso reconociendo que la responsabilidad de la lesión recae en un 50% en su conducción y en otro 50% en la administración encargada de garantizar la seguridad de la vía, entendiendo que hay una relación de causalidad entre el tipo de quitamiedos con el que impactó y la lesión.
Según el abogado de la defensa, la ley de tráfico obliga a la administración competente a mantener de forma adecuada y segura la carretera. Si dicho estamento público no lo garantiza con los elementos que coloca, es responsable de casos como este.
«Lo importante es que los motoristas que sufren uno de estos accidentes ahora saben que tienen derecho a una indemnización por parte de las administraciones» , explicó esta semana Juan Manuel P.B. y su abogado Sebastián Martínez Farriols en rueda de prensa.
Esta es la segunda sentencia que da razón a un afectado, la primera fue por un motorista que sufrió una amputación y la ganó contra el Ministerio de Fomento. «De ahí que con ésta se cree jurisprudencia y su importancia para los motoristas»., subrayó el abogado.
Gracias a la perseverancia de Juan Manuel P.B. hemos dado un paso más en la batalla contra los guardarraíles. La guerra solo la ganaremos cuando ningún motorista se vea amenazado por la existencia de estos elementos de «seguridad» en las vías.
