Prueba Harley Davidson Electra Glide Ultra Limited 2010

Harley tiene sus modelos divididos en familias con nombre propio: Por un lado están las Sporster, las más básicas, minimalistas y asequibles. También están las más deportivas, las XR o las más potentes V-Rod-, entre otras muchas. Pues los que quieren viajar con su moto de Milwaukee al destino más lejano posible con una comodidad digna de un sofá orejero, siempre buscan entre las tourer, como esta Ultra que probamos aquí.

Espíritu americano en tarro grande

Media cilindrada

Al referirte a la cilindrada de los distintos modelos de la marca americana, es fácil hacerse un pequeño lío ¿La razón?, pues que se miden en pulgadas cúbicas en lugar los habituales centímetros, por lo que hasta que no haces la conversión no te enteras de mucho, y esto tiene una especial importancia en esta Ultra. Los motores Big Twin – los de gran cilindrada – son de 96 pulgadas cúbicas, que son 1580 cm3. Por otro lado, cada año se presenta una limitadísima serie de modelos denominados CVO que equipan los kits Big Bore – algo así como Pistón Grande – que eleva ese cubicaje hasta las 110 Pulgadas, 1850 cm3.

Pues nuestra protagonista de hoy es diferente. El bicilíndrico para esta ocasión tiene 103 pulgadas, unos 1690 cm3. Por lo tanto, es más potente y contundente que el 96, pero realmente te deja un poco descolocado por su suavidad, dosificabilidad y ausencia de vibraciones, combinada con un embrague suave (por cable, no hidráulico como en las 110), una motricidad perfecta y una potencia no excesiva, pero si desde luego adecuada apara el uso turístico relajado estilo americano para la que está creada esta moto.

Realmente, las Ultra de hasta hace dos años tenían un comportamiento dinámico, digamos, mejorable. Era fácil llegar al punto en que el tren delantero comenzase a flotar en curvas más o menos rápidas, y con una moto de casi 400 kg declarados es una sensación poco reconfortante.

No todo es cromados, el bicilíndrico de 103 pulgadas es todo un motor rutero

Por eso, en el 2008 en Harley modificaron los chasis de casi todas las Touring, haciéndolos más rígidos y desarrollando un basculante más largo que se combinaban con una rueda trasera de 180 mm. de ancho para conseguir mantener su manejabilidad en parado – gracias a un ángulo de giro casi digna de una naked ligera – pero mejorando espectacularmente su estabilidad en zonas y curvas rápidas.

Así, nuestra protagonista resulta mucho más fácil, agradable y ligera de llevar de lo que su aspecto o su peso te pueden hacer temer. Además, su motor empuja bien, sin sobresaltos y con un tacto de inyección que se podría calificar de refinado, incluso comparándolo con motores de modelos pura y clásicamente ruteros.

Rutera a la americana

Definamos como ha de ser una buena moto rutera. Por supuesto, tiene que ser cómoda tanto para el piloto como para el pasajero, con una excelente protección aerodinámica para poder hacer cientos de kilómetros sin sufrir las inclemencias del aire, sin olvidar una capacidad de carga que permita llevar todo el equipaje que necesites.

Yo en el sofá de casa no tengo control de audio

Los dos primeros parámetros están realmente bien cubiertos. Con asientos que parecen sofás, la comodidad está asegurada. El del piloto está situado muy bajo – 745 mm – para poder controlar todo el peso a baja velocidad, mientras que quien va detrás lleva reposalumbares y altavoces a los lados, cuyo volumen además puede regular mediante un n botón situado en un lateral.

En cambio, la capacidad de carga, aún siendo muy buena, es mejorable en lo que a accesibilidad se refiere. El gigantesco baúl trasero de apertura lateral- detalle típico de las Harley es perfecto, diáfano y en el caben dos cascos integrales y más cosas, pero las maletas laterales no son desmontables y tienen la boca tan estrecha que no cabe un casco de ningún tipo y además es muy complicado llegar con la mano al fondo… diseño también característico de las custom ruteras.

Baúl y maletas laterales componen la capacidad de carga

En cuanto a la manejabilidad, la moto es muy ancha pero se siente siempre bajo control incluso a muy baja velocidad… siempre que no olvides que estamos hablando de 400 kilos. Los frenos cumplen, con un tacto y un mordiente tan efectivo que sus hermanas de hace muy pocos años no podrían ni soñar. Eso si, las manetas son tan anchas como es habitual en las de Milwaukee, lo que es algo molesto para los que tienen las manos no muy grandes.

En busca de la ruta perfecta no encontrarás mejor compañera

Cierto que para disfrutar de ella, has de tener mucha experiencia en motos grandes y cierta forma física, pero no te creerías lo bien que va en zonas reviradas, siempre que sean amplias y el asfalto esté en buen estado. En carretera nacional y autopista es tan cómoda como te imaginas, y ya no tiene esa tendencia de sus hermanas anteriores al 2008 de comenzar a flotar la dirección en las curvas largas. Ahora es estable y segura incluso a plena carga, y no demasiado sensible al viento lateral a pesar de la anchura del frontal ni incluso cerca de su velocidad máxima de 180 km/h.

Pues ya sabes, si quieres tener una Harley con la que ser el rey del bulevar, pero también útil, de funcionamiento suave y una excelente tragamillas, aquí la tienes. Eso si, su precio está de acuerdo con su tamaño, 32.250 euros pero los lujos es lo que tienen.

El veredicto

Lo mejor

• Comodidad
• Suavidad motor
• Carisma de una Harley.

Mejoraríamos

• peso
• Necesitas mucha experiencia
• Potencia máxima adecuada para una custom.