Prueba Kawasaki ER-6n: universal

Desde que llegara a las tiendas en 2006 como sustituta de la ER-5, la Kawasaki ER-6n ha triunfado como la Coca-Cola entre los usuarios. Un modelo ideal para aquellos que quieren disfrutar de su primera moto “grande” sin complicarse mucho la vida, o bien para aquellos que ya están “de vuelta” de todo y valoran la ausencia de preocupaciones.

Hace tres años sufrió un restyling de carrocería que le sentó muy bien y, ahora, ya podemos hablar de un modelo completamente nuevo. Sus principales bazas pasan por una imagen más moderna, facilidad de conducción, bajo consumo, comodidad, polivalencia y un precio de adquisición razonable.

La competencia aprieta (Honda NC700S , Suzuki Gladius 650 , Ducati Monster 696 , Yamaha XJ6 N , etc), pero Kawasaki ha sabido aglutinar todo lo necesario del día a día en una sola moto.

Al igual que la primera generación, el modelo 2012 también cuenta con una hermana melliza carenada (ER-6f), para aquellos que buscan mayor protección en los desplazamientos largos. Además, la posibilidad de montar ABS y Kit de limitación para el carné A2 (48 CV) es extensible a ambas versiones.

Divertida manejabilidad

Circulando con ella aprecias desde el primer momento el gran trabajo realizado en cuestión de ergonomía. Ahora estás integrado en la moto, ¡forma parte de ti! Con un asiento bajo, abrazando un depósito 2 cm más alto, con una postura tremendamente cómoda y natural, y un manillar ancho, tienes una sensación de dominio sensacional.

Por otro lado, la estabilidad y manejabilidad que consigues con la ER-6n se deben también al nuevo chasis perimetral de acero, más estrecho y ligero que el anterior, junto a un basculante alargado de nueva factura. Además, el escape continúa ubicado debajo del motor mejorando la centralización de masas. Con poco más de 200 kg de peso, tienes todo lo necesario para convertirte en el rey de los cambios de dirección, tanto en carretera como serpenteando coches entre el tráfico de la ciudad.

Con una moto tan fácil y accesible como ésta, no tendrás ganas de comprar un scooter. Con el mismo motor bicilíndrico en paralelo de 650 cc y 72 CV de siempre, sólo ha habido que afinar la inyección Keihin para obtener más bajos y medios que antes. A la ER-6n no hay que exprimirla, sintiéndose a gusto hasta las 8.000 rpm.

Las asas para el pasajero, los ganchos para sujetar equipaje, un asiento con más relleno para que no te duela el “alma” tras un buen rato encima de ella, y una suspensión convencional con mayor recorrido y tarado correcto redondean un producto versátil y amigable como pocos.

Valoración final

Lo mejor:

• Diseño
• Facilidad de conducción
• Manejabilidad
• Consumo

Mejoraríamos:

• Visibilidad por los retrovisores
• Potencia de frenada en carretera