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Prueba Kawasaki KX450F y Kawasaki KX250F 2018: más green y más power

Fotos: Javier Ortega
Kawasaki afronta la temporada 2018 con importantes novedades, especialmente en la Kawasaki KX450F que se renueva por completo. También recibe actualizaciones la Kawasaki KX250F, que mejora algunos componentes para conseguir mejoras significativas de rendimiento.

Desde hace muchísimo tiempo, Kawasaki es uno de los referentes dentro de los diferentes campeonatos nacionales e internacionales gracias a sus máquinas antaño de dos tiempos y ahora de cuatro. Desde la aparición de la letra “F” en sus iniciales, las motos verdes han ido evolucionando año tras año, consiguiendo no sólo un producto interesante si no unas motos que han llevado a los pilotos más rápidos del momento a luchar por las victorias. Para conseguirlo, en Kawasaki han seguido trabajando y evolucionando y muestra de ello son las dos motos que han presentado en 2018, la Kawasaki KX250F que recibe algunas actualizaciones y la renovada por completo Kawasaki KX450F, todo un misil con grandes cambios respecto al modelo previo.

Aprovechando justo una ventana de tiempo entre los temporales de lluvia, aunque sin podernos librar de un peligroso viento que nos complicó las cosas para poder saltar, nos fuimos hasta el corazón de Castilla La Mancha para probar estos dos juguetes. Empezaremos por el principio, y eso implica darle un repaso a la moto que más actualizaciones ha sufrido de cara a este año, así pues, arrancamos y nos subimos a la imponente Kawasaki KX450F 2018.

Kawasaki KX450F 2018

Como teníamos las dos Kawitas juntas, había que fijarse en los detalles para saber cual era cual. A ver, es cierto que lo teníamos más o menos fácil porque en cada una pone el modelo en el aletín delantero, pero sin posibilidad de ver eso, la verdad es que la Kawasaski KX450F no destaca por su tamaño frente a su hermana pequeña, una moto estrecha y que, por cierto, ha bajado su peso casi tres kilos con respecto a la versión anterior. Eso sí, cuando uno comienza a fijarse en los detalles empieza a observar que estamos ante una moto totalmente diferente.

A parte del motor, que analizaremos luego, llama la atención que, sin ir más lejos, todo el chasis es totalmente diferente. Se trata de un bastidor diseñado específicamente para la 450 y sus necesidades. En una moto pensada para meterse directamente con ella en los circuitos, hay detalles de esta moto que la sitúan como una de las punteras del segmento y uno de esos detalles es la suspensión delantera.

En lugar de recurrir a la horquilla delantera convencional, han optado por pasarse al aire y emplean el sistema SFF-Air TAC. El sistema permite aligerar peso en las barras gracias a que el sistema de amortiguación lo alberga la barra izquierda mientras que en la derecha se sitúa el muelle neumático que lo componen tres cámaras de aire a presión. Para completar las barras, están revestidas en titanio para intentar protegerlas del desgaste por abrasión mientras que el revestimiento de alumite reduce aún más la fricción.

Si hablamos del motor, también se han llevado a cambio mejoras que contribuyen a conseguir mayor potencia. Para ello se han modificado los conductos y válvulas de admisión a la vez que se ha desplazado el eje del cilindro.

La suspensión neumática funciona a la perfección

Además, se nota que la Kawasaki KX450F está diseñada para hacernos sentir cómodos y por eso ofrece tanto estriberas como manillar regulables. En el caso de las estriberas, tenemos dos posiciones para elegir en función de nuestro tamaño y gusto. En el caso del manillar, Renthal por cierto, son cuatro las posiciones que nos ofrece gracias a una tija preparada para poder moverlo en función a nuestras necesidades.

Otro aspecto que hay que tener en cuenta, sobre todo en estas motos tan exigentes, es el de la electrónica y las curvas de potencia. Como es habitual en Kawasaki, la ECU cuenta con tres mapas de encendido que permiten adaptar la respuesta del motor en función del estado del terreno. La pega es que estas curvas no son seleccionables mediante un pulsador si no que hay que cambiar unos conectores, que vienen de serie. Además, para los más avanzados, hay disponible un kit de calibración opcional que permite variar estos mapas sin necesidad de emplear un ordenador o una batería. A esos mapas de potencia hay que sumar un cuarto, el de control de salida, que permite al activarlo poder hacer unas salidas más eficientes y rápidas al gestionar el propio sistema el lanzamiento de la moto con lo que podemos salir a fondo casi sin preocuparnos del gas. Eso sí, asegúrate que está encendido si no quieres salir volando, algo que es bastante sencillo pues el botón de activación está al lado del pulsador de pare y cuando está activo parpadea.

Una vez hechas las presentaciones, hablemos de sensaciones. La verdad es que la 450 es una moto capaz de imponer no por su tamaño, que como hemos dicho es contenido y similar al de la 250 si no por la potencia de su motor. Solamente al encenderlo ya suena a desafío físico. Si no estás acostumbrado a llevar motos de 450, los primeros minutos pueden llegar a ser desconcertantes. Las inercias en la moto son mayores y parece como que le cuesta meterse en las curvas, pero esa es una sensación pasajera que al cabo de unas vueltas ha desaparecido. La que no desaparece es la sensación de caballo desbocado que ofrece, porque cada vez que piensas en dar gas la moto ya está acelerando, aunque todavía no hayas movido la muñeca. Nosotros estuvimos alternando en la prueba las dos y cada vez que llegaba el momento del cambio, parecía que la 450 corría cada vez más.

Eso sí, lo que deja claro es que esta moto son palabras mayores. Ninguna 450 es un juego de niños y a pesar de que la Kawasaki KX450F 2018 es una auténtica maravilla no tenemos que olvidar que estamos hablando de un auténtico misil con el que podremos ir muy rápido en circuitos rápidos pero con el que hace falta estar muy bien de fondo físico si no queremos sustos. En cualquier caso, una delicia.

La Kawasaki KX450F cuenta con un motor que no para de empujar

Kawasaki KX250F 2018. Ligeros cambios, grandes mejoras

La potencia no falta en los modelos 2018

Si la hermana mayor ya parecía tener unas medidas contenidas, la 250 resulta algo más estrecha todavía cuando te subes a ella. Ya el año pasado tuvimos la oportunidad de subirnos a la versión de 2017 y las sensaciones entonces fueron positivas a pesar de que se notaba una cierta falta de potencia.

Conscientes de esta carencia y a pesar de que han volcado la carne en el asador con la 450, en Kawasaki han hecho unos cuantos cambios que convierten la versión de este año en una moto que gana en prestaciones y sensaciones en lo que a motor se refiere.

El trabajo que han realizado está muy centralizado en conseguir mayor rendimiento, aunque las mejoras llegan más en las partes accesorias que en el propio motor en sí. Es decir, para conseguir mejorar prestaciones, se ha trabajado en aumentar la presión en la bomba de combustible, se han modificado los grados de los inyectores y se ha trabajado en la admisión. Con todo esto el comportamiento del motor es completamente diferente al de la versión anterior, con mucha más vida y mucho más divertido. Además, como está más lleno de potencia en todos sus rangos, la realidad es que también es más fácil de llevar porque tiene un rango de uso mucho mayor.

La parte ciclo sigue siendo excelente y lo cierto es que ha recibido alguna pequeña modificación que tampoco necesitaba, pero que le viene bien para terminar de conferir una confianza espectacular sobre todo en las curvas sin en las que no tenemos ningún apoyo. Además, la suspensión trasera también trabaja a la perfección y tiene un notable compromiso entre la tracción y la estabilidad.

Los dos modelos cuentan con control de lanzamiento

Dicho esto, con la KX250F es fácil sentirse cómodo enseguida. Es una moto que resulta familiar y no por el hecho de haber probado la versión 2017, porque es algo que ya sucedió entonces y en todo este año no me he subido a otra Kawa. El caso es que con las mejoras en el motor ha solucionado lo que para mí y para otros usuarios era el punto flaco de la moto, ya que parecía que no corría lo suficiente. Ahora sí lo hace y además sigue siendo noble de reacciones, fácil de entender e intuitiva, tanto que en unas vueltas sientes que llevas ya tiempo subido a ella.

Valoración Final

Si hablamos de la grande de la familia, la KX450F, lo cierto es que estamos ante una moto espectacular. Realmente llega a desbordar toda la potencia que es capaz de entregar, pero también llama mucho la atención lo manejable que es y la poca diferencia en cuanto a tamaños y peso con respecto a la 250. Aún así, estamos ante una máquina que infunde respecto y requiere manos y físico para poder sacar todo su partido porque solamente con pensar en abrir gas la moto está entregando toda su potencia. En cuanto a la parte ciclo, las suspensiones funcionan realmente bien y la horqulla delantera que incluye el sistema de aire transmite buenas sensaciones.
En general estamos ante una moto espectacular que ha conseguido mejorarse para ofrecer todavía más. Eso sí, no le hubiera venido nada mal un selector de mapas de potencia que poder gestionar desde el manillar y un arranque eléctrico. Puestos a pedir…

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