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Prueba pantalón vaquero Hevik Titán: protección con estilo

Fotos: SMN
Cada vez es más extendido el sector del equipamiento que busca un equilibrio entre la protección del motorista y su uso para vestir fuera de la moto, pasando completamente inadvertida como cualquier indumentaria de peatón. En esta línea, tal vez sea el mundo de los vaqueros el que haya tomado mayor protagonismo. Hoy os traemos la prueba de uno de los más "equilibrados" del mercado.

Cuando uno observa una prenda ambivalente, ciudadano viandante/motorista cotidiano, la primera pregunta que le surge es en cuál de las dos facetas habrá pensado el diseñador, sentado frente al programa de dibujo, antes de trazar la primera línea sobre la pantalla en blanco de su ordenador. En el caso del pantalón vaquero Hevik Titán parece claro a juzgar por el corte que le da forma y sobre el que se han ido acoplando los elementos tanto de protección como de elasticidad, así como los acoples para ajustarlo al cuerpo del motorista.

Pero no hagamos conjeturas previas, evitemos conclusiones precipitadas y analicemos por partes esta prenda para ver después cuál es su comportamiento y las sensaciones que transmite una vez puesta en distintos escenarios.

El Hevik Titán está fabricado en una tela vaquera con tratamiento especial a base de Kevlar, especialmente en las zonas más expuestas a una posible caída. Un pantalón, por tanto, diseñado para resistir la tracción mecánica y la abrasión, que muestra una banda elástica en la franja dorsal de la cintura para mantenerlo ajustado en cualquier postura. Esas mismas bandas con forma de fuelle aparecen también sobre los muslos, en este caso para ceñirse mejor a la silueta de las piernas dobladas; mientras que por detrás, una franja de otra tela, menos áspera que la vaquera, da juego al fuelle de los muslos en su lado opuesto. La misma tela aparece en el interior de las pantorrillas y en la entrepierna, previendo el roce con las partes bajas de la moto y con su asiento, respectivamente.

Detalle del tobillo, pantalón vaquero para moto Hevik

Volviendo a la mitad superior del pantalón, encontramos, como un marchamo de distinción, el nombre HEVIK grabado sobre cada una de las dos franjas laterales que recorren de arriba abajo ambos muslos, a modo de refuerzo confeccionado en la propia tela vaquera.

Y rematando el capítulo de los ajustes, en su parte más baja, las perneras muestran dos solapas que regulan su contorno mediante sendas tiras de velcro y que tienen como función ceñir el pantalón a la caña de la bota, o al tobillo. Dos protecciones de Kevlar desmontables abultan discretamente sobre las rodillas, y en los lados de las caderas son dos piezas del mismo material, también desmontables, pero sensiblemente más blandas, las encargadas de reforzar los costados del pantalón frente a las posibles caídas.

En cuanto a los bolsillos, ofrecen la capacidad de un vaquero común, eso sí, mostrando unas bocas de entrada, tanto las delanteras como las traseras, particularmente ceñidas al cuerpo del Hevik Titán, que se abrocha sobre la cintura con el clásico botón metálico remachado, y que termina de ceñirse con la cremallera que cierra la bragueta.

Zona trasera pantalón de moto Hevik

Metidos en faena

Hicimos la prueba sobre varios modelos, entre ellos la Ducati Multistrada Enduro, que tiene uno de los asientos más altos del mercado, o globalmente la moto más alta de todas las que se pueden comprar. Hay que señalar que, con el 1,91 m de un servidor, se tiene, qué duda cabe, más facilidad que la mayoría para esta maniobra; aun así, en un caso tan extremo como éste, algunas prendas de cordura o algún pantalón de lluvia no dan de sí como para pasar mi pierna con libertad por encima del asiento de esta moto, después de sortear la maleta de 50 litros correspondiente al lado que eligiese para subir.

Con el pantalón Hevik Titán, se siente casi la movilidad de un chándal, superior, en cualquier caso, a la mayoría de los vaqueros comunes de peatón; algo que constituye un anticipo de su comportamiento en marcha.

Al sentarse, las gruesas costuras clásicas de los vaqueros quedan al margen de la franja de las piernas, y de la entrepierna, que descansan sobre el asiento. Todo es liso y de una apreciable suavidad en el apoyo y contacto sobre cualquier parte de la moto, con lo que la comodidad en una conducción prolongada queda bien salvaguardada, en cuanto al Hevik Titán se refiere.

Zona elástica pantalón vaquero Hevik

El ajuste del pantalón, a base de su tejido elástico, de sus fuelles y de los velcros, da como resultado un ceñimiento completo en cintura, caderas, muslos, pantorrillas y tobillos. De esta forma, el viento, por fuerte que nos llegue, fluye sobre la superficie del pantalón sin formarse ni pequeñas bolsas por inflado ni sobre todo dobleces, también pequeñas, ondeando como minúsculas banderas.

La libertad de movimientos anticipada en el momento de subirnos a la moto tiene su prolongación a la hora de negociar, por ejemplo, una larga serie de curvas enlazadas, por muy deportivo e inquieto que sea nuestro estilo. Podemos abrir la pierna interior flexionando la rodilla tanto como deseemos, doblar el tronco con total libertad, tanto hacia el frente como hacia el lateral, para mover los pesos sobre la moto y llevárnosla más rápidamente en el momento de girar. Igualmente, al cambiar de dirección, permite elevar el trasero y desplazarlo sobre el asiento para alternar el peso al lado correspondiente, si es ése nuestro estilo.

Resumiendo, este vaquero Hevik se comporta y se siente con la soltura y efectividad que ofrece la pieza inferior de un mono de piel bien diseñado para nuestra talla.

Pantalón vaquero de moto Hevik

De peatón

Lo primero que llama la atención de este pantalón es una frase tan corriente, y a la vez tan descriptiva, como la de “¡qué bien sientan!”. El estilo italiano destaca en su diseño; y lo cierto es que a una mínima distancia, el Hevik Titán se confunde con un vaquero de moda por la ejecución de su corte ceñido y elástico, sin que por otro lado ofrezca la imagen, en absoluto, de una malla vaquera o similar. La libertad de movimientos sobre la moto se traslada al dar cada paso caminando, incluso corriendo con total soltura; lo mismo que sentarse y levantarse de uno de esos mullidos sillones, tan blandos, en los que uno se siente hundido entre sus cojines. También lo observamos a la hora de agacharse hasta el suelo, ya sea doblando toda la espalda, ya sea descendiendo en cuclillas, algo que representa en sí mismo una auténtica prueba de fuego en parado, tanto para la movilidad como para la elasticidad del vaquero.

Y más allá conducir nuestra moto o de caminar, si tuviéramos que subirnos a un coche, este vaquero también nos ofrece una natural comodidad al situarnos sobre el asiento del conductor, permitiendo ejecutar con soltura los movimientos de los pedales, siempre que dejemos un poco más de distancia libre de la habitual entre la protección de la rodilla derecha y el cuerpo del salpicadero, retirando el asiento hacia atrás.

  • Km realizados con el producto: 1.000 km
  • Tiempo de prueba con el producto: 6 meses

Principales características:

  • Forro interior en kevlar
  • Protecciones desmontables en rodillas y cadera
  • Fuelle en la zona de las rodillas
  • Tejido elástico en el interior de las perneras, parte trasera de rodillas y zona lumbar
  • Ajuste de tobillo con velcro
  • Tallas: 46-56
  • Color: azul Enzyme wash

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