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Prueba Triumph Speed Triple 1050i: Extreme naked

Fotos: Mariano Hinjos
Con el estilo propio de la marca inglesa, esta montura cercana al sport se descubre como la perfecta ejcutora para cumplir nuestros deseos moteros, ya queramos una conducción relajada o disfrutar del mejor estilo racing.

Sin duda la hermana mayor de la Street Triple esconde un corazón aun más rebelde en su interior. La extreme naked a la que nos enfrentamos es tan divertida como su hermana menor, para algunos un pepino de mucho cuidado y para otros un exceso. Nadie puede negar que comparten estética y tan sólo poniéndolas en paralelo es cuando podríamos sacar las verdaderas conclusiones y apreciar las importantes diferencias entre ambas.

Prueba Triumph Speed Triple - Acabos retro

Concepto simple

Cuando las cosas funcionan es muy difícil cambiarlas, por ello la fábrica se ha mantenido fiel a los patrones iniciales que componen la Speed Triple dando vueltas de tuerca al diseño original y remozando, año tras año, pequeños detalles. El resultado es una sport sin carenado, eso sí, algo recortada de la parte trasera lo que, junto a las dobles salidas de sus silenciadores, garantiza un gran impacto visual. También el basculante monobrazo nos deja una bonita vista de la llanta de aleación, compuesta de radios curvados.

El doble faro delantero es la seña de identidad que nos indica que estamos ante la gama naked, preparada para dejarse atrapar por las miradas, pues su estampa no deja a nadie indiferente.

Prueba Triumph Speed Triple - Marcando territorio

Repartiendo leña

Aunque nos genere cierto recelo el dudar si nos enfrentarnos a un intratable y caprichoso motor, lo cierto es que nos encontramos con otra de las genialidades inglesas. Los 1.050 cc de su propulsor tricilíndrico son todo un elogio en cuanto a potencia y dosificación de la misma. La realidad es que esta máquina se comporta de manera formal, plegándose a nuestros deseos y sin dar sorpresas, si no las vas buscando de manera intencionada: una gran virtud que te permitirá abordar el salto de cilindrada sin ningún temor.

Desde las 1.500 vueltas la respuesta es muy directa y sin extraños, haciéndonos llegar a la zona media con unas sensaciones plagadas de altas dosis de diversión. Si decidimos rodar apurando revoluciones y marchas cortas, notaremos cómo el propulsor levanta el tren delantero, pero sin brusquedades, aunque pide a gritos un amortiguador de dirección, para quitar el poquito nervio que muestra en ocasiones.

Sus 130 cv se notan, por supuesto, y es que si buscas el estilo más racing, para alternar entre carretera o circuito, encontrarás un perfecto híbrido donde, como en toda naked, la incidencia del aire en nuestro cuerpo es el mayor escoyo al que debes acostumbrarte.

El cambio de seis velocidades es efectivo, algo tosco y hay que apretarle bien, ya que no es descabellado que nos entre punto muerto con el consiguiente sustito. Ayuda también una contundente frenada, gracias a un equipo de frenos del más alto nivel, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Triumph.

Prueba Triumph Speed Triple - diversión en cada curva

Cogiendo las riendas

La postura de conducción es cómoda, muy cómoda, con un asiento de lo mejor, eso sí, no pienses en llevar acompañante en la parte trasera, porque la Speed Triple no ha sido pensada para ello. Estrecho y sin asideros, resulta complicado garantizar la comodidad a nuestro acompañante.

El manillar nos permite una postura de conducción ideal para afrontar cualquier distancia ya que no se carga peso en las muñecas, cosa muy agradecida en un bicho con tanto motor.

En ciudad

A la hora de meterse en el casco urbano nos encontramos con un vehículo manejable, moviéndose eficazmente para colarse entre cualquier resquicio y permitiéndonos optimizar nuestro tiempo. Donde más torpe se muestra es a la hora de maniobrar en parado, ya que nos encontramos con un ángulo de giro limitado y una distancia al suelo elevada para este tipo de vehículo lo que, unido a sus 217 Kg de peso, dificulta un poco los movimientos.

Prueba Triumph Speed Triple - Manejable y divertida

Tocando otros palos

Donde sin duda vamos a disfrutar de esta montura es en reviradas carreteras de montaña o con un buen número de curvas, en las que interviene eficientemente la horquilla delantera invertida Showa de 43mm. Eso sí, vale la pena perder tiempo en regularlas según gustos y dejarlas adecuadas al uso que vamos a darle. El amortiguador trasero también está firmado por el fabricante japonés (141mm) y es uno de los responsables de que la altura del asiento respecto al suelo sea algo superior a mis deseos, aunque para gustos colores.

En general se comporta muy bien, aunque pide a gritos ese amortiguador de dirección, que nos dará aun más seguridad en las salidas de curva empezando a abrir gas. El chasis tubular es una joya que termina de dotar al conjunto de un interface perfecto entre la carretera y el piloto: transmite muy bien las irregularidades del terreno y supone un plus de confianza a la hora de exprimirla como a un limón.

Prueba Triumph Speed Triple - Llanta delantera

La combinación de pizas Brembo en el freno delantero y Nissin para el trasero resulta de lo más acertada.

Aquí intervienen otra de las maravillas: el conjunto de frenos. En el tren delantero la Triumph cuenta con pinzas de doble pistón Brembo sobre discos de 320mm, mientras que detrás su disco de 220 mm está mordido también por pinza de doble pistón, aunque aquí firmado por Nissin. El resultado general es impecable.

Más cositas

Los silenciadores tienen un sonido particular, más acentuado en las desaceleraciones, donde un sonido ronco nos brindan un ligero ronroneo (petardeo) que a mí particularmente me gusta bastante y es todo un sello de identidad.

La instrumentación no ha cambiado mucho, digital para la velocidad, analógica para las revoluciones. Eso sí, con un completo ordenador de abordo con consumos, velocidad, parciales y otros. La instrumentación está coronada por unos leds que indican los regímenes de cambio.

Aunque hemos comentado que la postura de conducción es cómoda, a la hora de mirar por los espejos éstos quedan demasiado encima de nosotros. Creemos que con retrasarlos unos centímetros el problema quedaría solventado.

En cuanto a consumos, sin duda está más cerca de los 7 litros aunque puedes alcanzar 6,5 en grandes distancias y revoluciones moderada. Sus 18 litros de depósito te darán juego para llegar a algo más de los 200 Km.

Prueba Triumph Speed Triple - Faros delanteros

Conclusiones

Si buscas deportividad, te gusta disfrutar en solitario y quieres renunciar al exceso de plásticos de las más deportivas, ésta es tu montura, no te cansarás del motor ni de su ronroneo. También es la candidata perfecta para ser puesta a prueba en tus incursiones esporádicas en circuitos, donde le sacarás el máximo rendimiento.

Su peso y altura la hacen una montura especialmente pensada para aquellos que superan los 170 cm, sin duda, un dato a tener en cuenta si tu finalidad es destinarla a pasear por la ciudad.

Lo mejor

  • Motor
  • Postura de conducción
  • Amortiguación
  • Frenos

Mejoraríamos

  • Asideros pasajero
  • Añadiríamos un amortiguador de dirección
  • Disposición de los espejos
  • Cambio

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