Prueba Voge 125R 2023

Introducción, posicionamiento y rivales de la Voge 125R

De todas las motos que se venden en España, más del 50% son de 125 cc. Eso explica la importancia de la cilindrada del ⅛ de litro para todos los fabricantes. Muchos de ellos son scooter, casi un 70%, pero las motos de carretera suponen más de 15.000 unidades al año. Y de todas ellas, casi un tercio son naked R. Esa es la liga donde juega nuestra protagonista de hoy. Porque la Voge 125R (15 CV, 2.887 €) ingresa en el selecto club de motos de 125 cc con los 15 CV máximos que permite la legislación española. Los otros miembros del club son la Honda CB125R (15 CV, 4.925 €), la Yamaha MT-125 (15 CV, 5.499 €), Kawasaki Z125 (15 CV, 4.999 €), Suzuki GSX-S125 (15 CV, 4.115 €, en promoción), Aprilia Tuono 125 (15 CV, 5.099 €) y la KTM 125 Duke (15 CV, 5.349 €).

Hay que aclarar que el precio de la Voge 125R incluye una promoción de lanzamiento de 200 € hasta el 31 de mayo, además del seguro a terceros durante un año. La diferencia de precio respecto a sus rivales oscila entre los 1.228 € de diferencia con respecto a la Suzuki GSX-S125 (en promoción también, de 500 €) y los 2.462 € de diferencia que median con la KTM, solo a 400 € de costar el doble. Hay otras motos que rondan los 15 CV, como la Malaguti Drakon 125 (13,4 CV, 3.999 euros), Zontes Z2 125 (14,5 CV, 3.287 €) y la Keeway RKF 125 ABS (13 CV, 3.190 €) que también la superan en precio.

Por eso sorprende positivamente el buen desempeño y la calidad de terminación de la Voge 125R. Sabido es que Voge es la marca premium del grupo Loncin. No se han tomado a la ligera su incursión en un segmento tan importante. Lejos de ser un clon de otros modelos, Voge ha acudido al prestigioso diseñador Massimo Zaniboni, del estudio italiano Arkema, para el diseño y líneas maestras de la Voge 125R. Inspirada en una espada, destaca el bastidor multitubular visto, el basculante asimétrico, las aristas marcadas y una firma luminosa que puedes observar en nuestro vídeo que, más allá de ser un canto al diseño, es un elemento de seguridad. Bravo.

Características técnicas y equipamiento de la Voge 125R

Lo más destacable de la Voge 125R no es que tenga el precio más bajo de su categoría, sino el magnífico motor que la propulsa. En una época en que las normas anticontaminación capan los motores, es un soplo de aire fresco que surja un motor de 125 que empuje en toda la gama de revoluciones. Los 15 CV de par son posibles en todas sus rivales, pero ninguna dispone de 12 Nm de par. Desde 5.000 rpm y hasta 10.000 rpm, la cifra de par está entre 10 Nm y 12 Nm; pero es que, ¡por debajo de 5.000 rpm no baja de 9 Nm!

El resultado es un motor lleno, que empuja en toda circunstancia y que no implica estirar las marchas hasta la zona alta del cuentavueltas para subir de relación. En la Voge 125R tú decides si quieres disfrutar en modo paseo o si quieres ir a por nota, porque el motor también estira, como veremos más adelante. Y todo ello con unas emisiones de CO₂ de solo 52 g/km. Hay que añadir que el motor contiene un eje de equilibrado contrarrotante que elimina las vibraciones del monocilíndrico en toda la gama de rpm. Potente, lleno, consume poco y sus emisiones son muy bajas. Un gran trabajo.

El chasis es un entramado multitubular en acero con forma perimetral que continúa en un simple cuna, interrumpida por el propio motor, que forma parte estructural del bastidor. A él se une un basculante asimétrico en fundición de aluminio, que en su lado derecho adopta forma de banana para dar salida a un escape de salida corta. Las cotas son de moto ágil: sólo 1.310 mm de distancia entre ejes, pero que junto al lanzamiento de horquilla de 25,5º, consigue un compromiso entre agilidad y estabilidad en curvas rápidas muy consistente y que hace a la 125R una moto muy divertida. Contribuyen a ello las ruedas de 17 pulgadas en medidas 110/70 y 140/60 que calzan neumáticos marca Helios. Reconozco que, el hecho de que compartan el mismo nombre con la mermelada que tomo para desayunar, me hizo desconfiar. La prueba en carretera constató la necesidad de probar las cosas antes de emitir un juicio: los neumáticos Helios tienen un grip magnífico en seco. No los pudimos probar en mojado (a ver si llueve de una vez), ni sabemos cuál será su durabilidad, pero su desempeño es magnífico para una streetfighter de 125.

Las suspensiones están bien dimensionadas. La horquilla invertida cuenta con barras de 35 mm de diámetro con un recorrido de 110 mm sin regulación. El amortiguador trasero no tiene bieletas, pero sí es regulable en precarga. Los frenos recurren a un disco delantero de 276 mm con pinza de doble pistón y un disco trasero de 220 mm con pinza de pistón simple, ambos asistidos por ABS de doble canal. No recurre a fabricantes de renombre en frenos, suspensiones y neumáticos, pero su funcionamiento está por encima de lo correcto y no se echa en falta nada más allá de la posibilidad de regular las manetas. Por menos de 3.000 €, no todo se puede tener.

La instrumentación es bastante completa; se trata de una pantalla digital a color. Cuenta con velocidad, cuentavueltas, marcha engranada, temperatura de refrigerante, combustible, reloj, consumo medio (desde reset), voltímetro y cuentakilómetros total y parcial. El único pero es que, cuando el sol da pleno, da la sensación de que tiene una película protectora que impide ver la información. Si el sol no incide directamente, estás en un túnel o es de noche, la visibilidad es normal.

Hablando de visibilidad, esta moto está muy bien resuelta en todos los sentidos. Su iluminación es full LED, pero además incluye unas guías luminosas en los laterales, en los perfiles superiores de los aletines del depósito. Además de identificar el modelo, suponen un extra de seguridad a la hora de ser visto lateralmente, sobre todo en cruces mal iluminados. Crea un precedente que seguramente veremos en más modelos en el futuro. Bravo.

Cómo va la Voge 125R

El único condicionante de la Voge 125R viene definido por sus cotas. Es una moto ciertamente pequeña, no tanto por la altura de su asiento (795 mm), sino por su distancia entre ejes. Yo mido 178 cm y quepo justo en el asiento, apoyando la parte baja de mi espalda donde empieza el asiento del acompañante. Por debajo de mi estatura, nadie tendrá problemas. Es más, cuanto menos, mejor. Pero no considero apropiada la moto a estaturas por encima de 180 cm, sopena que la moto pueda quedar pequeña.

Debido a la corta distancia entre ejes (1.310 mm), el manillar se siente muy cerca. Para ver la instrumentación hay que desviar la mirada hacia abajo, pero la posición de conducción es confortable, con la espalda erguida y sin cargar el peso en las muñecas, es decir, para poder pasar muchas horas encima.

Nada más iniciar la marcha sorprende mucho el par a bajas vueltas. Conforme pasan los kilómetros, te das cuenta de que esa sensación es patente en todas las marchas y en todos los regímenes de vueltas. ¡Un motor elástico de 125! Es realmente amable en el tráfico urbano. Solo condiciona un ángulo de giro un tanto justo para poder culebrear entre tráfico parado. En marcha, todo es agilidad y alegría. La caja de cambios funciona a la perfección. El embrague es muy blandito y encontrar el punto muerto es muy fácil. Poder ver la marcha engranada será también de gran ayuda a los noveles.

Como hemos dicho, la curva plana de par es la responsable de que haya empuje en cualquier momento, hasta el punto de que éste es lineal hasta el corte, fijado en 10.000 rpm. Es fácil llegar al corte en cualquiera de las marchas, acostumbrados al empuje decreciente del par conforme uno se acerca al corte, pero no ocurre en la 125R. De ello que se deduce que a este motor le queda algo por encima de esas 10.000 rpm a las que nunca podremos llegar. En 6ª, el desarrollo nos lleva a 120 km/h a 10.000 vueltas: esa es su velocidad punta. En este caso, también puede serlo de crucero, porque el motor puede con ello, pero tendrás que mantenerte a puntita de gas, porque a la que pases de las rpm indicadas, corta el encendido. Mirado por el lado bueno, sabemos que el motor no gira a tope y no lo estamos forzando. Quizás por eso tenga 5 años de garantía, toda una muestra de confianza de Voge en un producto que está llamado a ser exprimido por sus propietarios.

Entre curvas es una moto muy divertida. El motor ofrece una versatilidad de uso que no obliga a ir exprimiendola. Ello ayuda a entrar en sintonía con la moto, al igual que el eje de equilibrado. En curvas rápidas tiene aplomo y no penaliza en exceso la distancia corta entre ejes, mientras que en tramos revirados son muy sencillos los cambios de dirección. Las suspensiones, dentro de que la horquilla no es regulable, son tirando a firmes y permiten conducir deportivamente. Los frenos son suficientes para las prestaciones de la moto, si bien el freno delantero requiere de presión en la maneta para obtener potencia de frenado.

La lleves como la lleves, está presente la sensación de agrado de uso, solo empañado por el panel digital, legible unas veces sí y otras veces no. Tampoco son sobresalientes los espejos. Hay que meter los codos hacia dentro para ver lo que hay detrás. Y el pedal de freno sobresale un poco. Estas son todas las pegas que le he podido encontrar a la Voge 125R. Si te fijas, ninguna hace referencia a cómo va la moto, sino a instrumentación y detalles solucionables fácilmente. La Voge 125R se acerca mucho al BBB (buena, bonita, barata), por lo menos a mi me parece bonita, porque buena y barata es. Hay pelea en el segmento. ¿Conseguirá cambiar las reglas del juego?