Los gestores de las ocho autopistas de peaje en riesgo de quiebra han informado del incremento en el volumen del tráfico en estas vías durante los nueve primeros meses del año, que arrojan un aumento del 6,7 por ciento en el tráfico, según datos ofrecidos por el Ministerio de Fomento. ¿Es suficiente esta reactivación para poner freno a la liquidación de las autopistas? De las que están quebradas, solo dos siguen dando pérdidas: la AP-41 (Madrid-Toledo), con un descenso del 14 por ciento, y la AP-36 (Ocaña-La Roda), con una caída del 2,5 por ciento.
En el lado opuesto de la balanza está la R-3 (Madrid-Arganda), que experimentó un incremento del 13,1 por ciento. También cierran en positivo la R-5 (Madrid-Navalcarnero), con un 8,8 por ciento; la Cartagena-Vera, con un 6,6 por ciento; la autopista que une Madrid con el aeropuerto de Barajas, con un 6,3 por ciento; la R-2 (Madrid-Guadalajara), con un 5 por ciento; y la R-4 (Madrid-Ocaña), con un 4,1 por ciento.
La patronal de las constructoras, SEOPAN reclama al Gobierno el rescate de las autopistas mediante la creación de una sociedad pública, condicionada a una quita del 50 por ciento de la deuda, una propuesta a la que se oponen dos juzgados madrileños . Otra propuesta de compensación que reclama la patronal es la imposición de peajes en las autovías.