Suzuki GSX250R 2017: gixxer a escala

Tras la futura desaparición de la Suzuki Inazuma 250, Suzuki se quedaba sin exponente en la cilindrada del cuarto de litro y por ello lanza en el EICMA la nueva Suzuki GSX250R 2017. Una deportiva picante que puede ser usada en diario y que entra en plena lucha del segmento de las 250-300 pero de otra forma: buscando la economía y facilidad de uso más que las prestaciones y radicalidad en su utilización.

El motor está compartido con el de la nueva Suzuki V-Strom 250. Cubica 248 cc y sus cotas son muy cuadradas con el fin de buscar una respuesta muy llena en la parte media del cuentarrevoluciones. Dado su bajo consumo, la autonomía supera los 450 kilómetros por lo que casi se nos va a olvidar cuando tenemos que ir a la gasolinera a repostar. Su bicilíndrico declara una potencia de 25 CV a 8.000 vueltas y su par motor de 23,4 Nm a 6.500 revoluciones.

Otro detalle que comparte con su prima trail es el completo cuadro de instrumentos en el que no echaremos nada de menos: ordenador de a bordo, indicador de marcha engranada, testigo para el cambio, indicador de mantenimiento, etc. Es, como decíamos, completamente digital con el fondo azul y los testigos rodeando la pantalla.

La posición de conducción es deportiva pero al mismo tiempo confortable para el día a día, con los semimanillares ubicados por encima de la tija. De igual forma el asiento es independiente para conductor y pasajero, acrecentando su silueta sport en la que también juega un papel fundamental el diseño rasgado de su faro. Aun así su altura es muy reducida (790 mm) y permite a todos los usuarios llegar al suelo con facilidad.

La horquilla delantera es Kayaba e incorpora reglajes específicos. Las llantas de 17” con neumáticos 110/80 y 140/70 delante y detrás respectivamente así como ABS para unos frenos de disco delante delante y detrás.

La nueva Suzuki GSX250R 2017 estará disponible en tres colores: Pearl Nebular Black, Pearl Glacier White No.2 y la réplica de los colores de MotoGP Metallic Triton Blue NO.2