5 motivos por los que interesa cambiar los neumáticos en la moto

Los neumáticos de una moto son una parte vital en su comportamiento. No es sólo porque es la única parte en contacto con el asfalto (si toca algo más será en general mala señal). Es porque el perfil del neumático, cómo cambia su pisada al inclinar la moto, es fundamental en el comportamiento de ésta. Por eso es tan importante su presión de hinchado, además de su estado y tipo. Una moto ágil y estable puede convertirse en torpe e inestable sólo por ese motivo… ¿Por qué podríamos necesitar cambiar de ruedas?
Neumático con pinchazo
No sé si te ha pasado pero la última vez que dije ”yo hace mucho que no pincho” y quité el antipinchazos de la guantera de la motor… ¡pinché! Es la famosa Ley de Murphy pero está siempre ahí, así que por si acaso si hace tiempo que no te pasa, no lo digas muy alto. Pinchar es más fácil si te dedicas a circular por los arcenes cuando hay atascos, pues ahí van a parar los restos (cristales, tornillos o clavos). Si lo haces, procura pisar más cerca del carril que del extremo del arcén, estará más limpio.
De todas formas es una cuestión de suerte y si te toca, toca. Como poco perderás un rato parado arreglándolo, mejor con un “kit” para ruedas sin cámara (de los que introduces un gusano o similar en el agujero) que con un spray reparapinchazos sobre todo si el agujero es grande. A malas, si no llevas nada de eso encima (no digas que no avisamos) o nadie que pare a ayudarte (sí, todavía ocurre afortunadamente), tocará tirar de asistencia y grúa.
La mayoría de pinchazos se reparan bien, pero un neumático en el que ha penetrado un objeto cortando la carcasa ya nunca es exactamente “el mismo”. Los mismos fabricantes de los reparapinchazos avisan que es una solución provisional y que debe usarse a velocidad limitada por un tiempo limitado.
Y ése es el primer motivo por el que conviene cambiar un neumático: por haber pinchado. Sobre todo en motos de altas prestaciones (códigos de velocidad por encima de 200 km/h), o en motos que se usen con frecuencia muy cargadas (con pasajero o/y equipaje). Es decir cuando nos acercamos a los límites de fabricación originales, que podrían no responder igual después de la reparación. Por lo menos, no apures un neumático que tenga algún pinchazo.
Neumáticos gastados
Es el motivo más habitual y evidente para cambiar los neumáticos de la moto. Con los kilómetros y el uso se desgasta la goma en contacto con el suelo hasta que llega el punto en que deben cambiarse. El límite legal en España está para las motos en el dibujo: cuando éste desaparece en algún punto de la banda de rodadura, podrían multarte por seguir circulando con ese neumático tan gastado. Esto ocurre generalmente por la zona del centro del neumático trasero o en los flancos del delantero.
Los neumáticos llevan dentro del dibujo “avisadores” de desgaste que aparecen cuando queda aproximadamente 1.5 milímetros de dibujo. Es un buen aviso de que conviene ir pensando en cambiarlos, y en los coches es el punto en que deja de ser legal usarlos (multa). En algunos países (Reino Unido o Francia) también las motos deben presentar por lo menos cierta profundidad de dibujo (1 a 1.5 mm según país), aunque no en España como comentamos más arriba. Pero cuando llegamos a los avisadores, es un buen momento para cambiar de ruedas sin arriesgarse a circular con menos margen de seguridad.
Goma envejecida
Además del uso y kilómetros, hay otro factor que afecta a los neumáticos y concretamente a su compuesto de goma: el tiempo. La luz solar y el aire castigan mes a mes, año a año, la goma envejeciéndola. A medida que la goma envejece pierde propiedades, sobre todo elasticidad. Una goma más rígida se deforma menos al circular y se calienta menos, de forma que tarda más en alcanzar su temperatura de trabajo.
Como ves todo se suma para dejarte con neumáticos de mucho peor agarre, y en invierno puede ser crítico. Pasa la yema del dedo por la goma de tus ruedas: si resbala, si parece brillante la superficie, estás dejando tu seguridad en manos de neumáticos de muy poca confianza. Depende de dónde se aparque la moto, su uso y el ambiente, pero a partir de cinco años se considera que la goma no mantiene sus propiedades, y es muy recomendable cambiar neumáticos con más de diez años de vida. La fecha de fabricación, recuerda, se lee al final del código “DOT”: las cuatro últimas cifras indican semana y año (0118 sería la primera semana de 2018 por ejemplo).
Daños o desgaste irregular
Cuando hablamos del desgaste comentamos que el neumático trasero suele gastarse por la parte central y el delantero por los laterales. Esto es normal y se debe a que, en uso normal, el trasero trabaja más en cada aceleración (moto recta o vertical) y circulando por vías rápidas (también moto recta o vertical casi siempre). Y el delantero recibe más carga o trabajo en frenadas y entrando en curva, o en largos apoyos en curvas (moto inclinada).
El uso en circuito es muy diferente: allí el trasero trabaja mucho inclinado, acelerando al salir de curvas, y suele presentar más abrasión en los laterales y apenas por el centro pues en un circuito la moto apenas va en algún tramo recto vertical. Y el delantero sí trabaja parecido, pero con de forma más agresiva y más inclinación. En este caso se cambian porque se pierde agarre, sea por desgaste de la goma, o por su degradación (muchos ciclos de calentamiento-enfriamiento, se ven de color azulado). En las motos de campo cuando los tacos pierden forma (“desafilados”) es cuando claramente necesitas ruedas nuevas.
En uno y otro caso, llega un punto en el que el comportamiento de la moto empeora debido al cambio de las características del neumático, al desgaste irregular que cambia mucho cómo era su perfil nuevo, o la degradación de la goma. Eso es motivo para cambiarlos, como también puede serlo el que, por haber pisado algún objeto cortante, tengamos algún daño visible aunque no hayamos pinchado porque el corte no haya traspasado la carcasa.
Neumáticos no adecuados a tu moto
Un último motivo para cambiar ruedas es que no lleves las apropiadas para tu moto. Puede sonar raro, pero si piensas en una moto comprada usada ya no lo es tanto. No es la primera vez que alguien decide montar un neumático trasero de otra marca y tipo que el delantero, porque “había mejor oferta”… y a lo mejor la combinación está lejos de ser ideal. Recuerdo una moto de pruebas que mantenía un delantero de circuito (gastado) con un trasero sport-turismo casi nuevo, y la moto tenía un comportamiento bastante desastroso, alejado de cómo va ese modelo bien calzado. Mezclas de neumáticos radiales con diagonales tampoco suelen salir bien.
Si tu moto lleva tipos diferentes (no digamos marcas) delante y detrás lo primero es preguntar a un especialista si es una combinación conocida como buena, pues alguna hay. O si es el resultado de una mala elección condicionada por precios o algo así. También es bueno comprobar en una moto usada que el tipo de neumático corresponde con el de la ficha técnica, no sólo por evitar problemas en la ITV, sino para asegurarse de que código de velocidad y carga están en los márgenes necesarios. Una moto rápida con neumáticos de código bajo (bastante más baratos por cierto) no es una buena idea.