Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

¿Un casco de moto más seguro? La tecnología que todos deberían llevar

La última evolución para conseguir cascos de moto seguros
Fotos: Mips/Bell
¿Cómo saber si un casco de moto es seguro? Las principales firmas del mercado tienes sus propias patentes y desarrollos y, hoy en día, todas pueden presumir de hacer las cosas bien en materia de seguridad para los cascos de moto. Pero a veces, un enfoque diferente ayuda a salvar más vidas y lesiones cerebrales. Hablamos de MIPS BPS, una tecnología que ya incorporan varios fabricantes de cascos de moto y que protege a nuestro cerebro de las rotaciones en caso de caída.

Los cascos de moto tienen un nuevo componente con el que sumar una extra de seguridad en caso de caída: se trata de la tecnología MIPS BPS. Un sistema multidireccional de protección contra impactos que consiste en una malla dentro del casco de moto, y que permite a nuestra cabeza ‘moverse’ por dentro del mismo en caso de caída. Con ello, MIPS BPS consigue reducir el movimiento rotatorio de nuestro cerebro en una caída, ya que es la malla la que absorbe la mayor parte de esa rotación y no nuestra cabeza, disminuyendo el riesgo de tensión sobre nuestro tejido cerebral y las posibles lesiones. Y es que un casco de moto seguro empieza por la calidad de su construcción.

MIPS es una empresa sueca fundada en 2001, aunque sus inicios se remontan a unos años antes, en 1995, como un proyecto universitario. El éxito les llevó a fundar esta empresa que, hoy por hoy, cuenta con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de su tecnología BPS. Y no solo para cascos de moto más seguros, sino también para cascos de equitación y ciclismo. Hoy en día equipan a más de 100 marcas de cascos (y subiendo) como Bell, Alpinestars, KTM o MSR; entre otras muchas. Así funciona MIPS BPS para un casco de moto seguro:

Pero no todo iba a ser tan sencillo. Para que un casco de moto adopte la tecnología MIPS BPS necesita bastante tiempo de desarrollo hasta integrarlo correctamente en su interior. Sin embargo, en una entrevista con ‘MCN’, el CEO de la firma, Max Strandwitz, aseguró que con su laboratorio de pruebas virtual (o sea, software) que llevan perfeccionando desde hace 20 años han conseguido reducir el tiempo de desarrollo a… ¡Solo 10 días!

Esos 10 días son los que transcurren desde que el fabricante les envía los diseños CAD del casco hasta que desarrollan un modelo digital con el BPS integrado. «Cuando alguien viene a nosotros, nos envía un CAD de cómo se verá su casco. También es necesario saber algunas de las características de los materiales usados», afirma Stradwitz. El equipo de MIPS divide el casco en secciones y después integran su estructura de malla BPS personalizada. El casco se vuelve a ‘montar’ digitalmente y a partir de ahí toca empezar las pruebas (virtuales): ventilación, seguridad en impactos lineales y rotacionales, materiales y un largo etcétera.

La malla MIPS es testada en los laboratorios de la empresa varias veces

«Es necesario hacer muchas modificaciones, cuando algo no funcionó como querías o la densidad no era la correcta. Pero nos esforzamos en reducir la cantidad de cascos de moto que necesitamos probar antes de llegar al producto final«, resume el CEO de MIPS. Dicho de otro modo, cuanto más perfeccionadas estén las pruebas virtuales, menos cascos ‘reales’ habrá que desechar, con el tiempo y coste extra añadidos. 

MIPS, de hecho, ya es pionera en esto ya que han conseguido desarrollar cascos de bici sin necesidad de someterlos a pruebas físicas, solo con pruebas virtuales. La empresa asegura que en dos años podrán hacer lo mismo con cascos de moto, haciéndolos más seguros. Algo que nos inquieta un poco, para que lo vamos a negar. Pero sí es en pro de una mayor seguridad para nuestros cascos de moto, bienvenido sea.

Lo último

Lo más leído