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Prueba Aprilia RSV4 Factory APRC SE: Fuego en las venas

Fotos: Mariano Hinjos
Uno de los mejores reflejos del Superbike de calle, pero forjada en los circuitos, donde en la temporada 2010 de SBK consiguiera el título para Aprilia, a los mandos del romano Max Biaggi.

Hace casi tres años comenzó a correr el rumor de que Aprilia había desarrollado un poderosísimo motor V4 para sustituir el V2 a 60° que venía usando desde finales de los 90 para impulsar su superbike RSV y, prácticamente, toda su gama de motos de 1000 cc. Race Machine, le llamaron en aquel momento. Así, el día siguiente al GP de Jerez varios periodistas asistimos a la presentación de la indescriptible y revolucionariamente bella RSV4 Factory, que no solamente era un paso adelante en cuanto a tecnología, chasis y motor en la categoría – el único V4 – sino que esta versión además equipaba amortiguación y frenos de lujo. En el invierno de ese mismo año, y casi coincidiendo con la presentación del gran coco de la categoría de los últimos años – la BMW S1000RR – , Aprilia presentó la versión R, casi con las mismas especificaciones pero con amortiguación Sachs – excelente, pero no del nivel de las Ohlins – y frenos menos lujosos que los Brembo de la Factory. Por lo tanto, el precio final era menor y, en resumidas cuentas, era más adecuada para los aficionados que requieren una excelente parte ciclo, pero no estrictamente de competición.

Prueba Aprilia RSV4 APRC SE: obra de arte

El resto es historia. Con Biaggi fueron campeones del mundo del mundial SBK a la primera, lo que ha reforzado la imagen de moto superdeportiva para la calle que es, precisamente, lo que buscaba Aprilia. Así que, siguiendo en esta línea, para este año se ha presentado otra vuelta de tuerca de ese concepto “super racing”. Se trata de la versión APRC – Aprilia Riding Control – , siglas que seguro que te estás preguntando qué significan. Pues se trata de un paquete de controles electrónicos, directamente derivados de la experiencia en la competición durante estos años, que ayudan a un mejor pilotaje, y esto no es una frase hecha si no pura realidad que compruebas cuando puedes disfrutarlo. Los elementos que componen el APRC son:

  • ATC: Aprilia Control de Tracción, el control de tracción que se calibra autónomamente según los distintos tipos de neumáticos y regulable en marcha, sin cerrar el acelerador, con ocho niveles gracias a un joystick fijado en la piña derecha del semimanillar.
  • AWC: Aprilia Control de Wheelie, el sistema de control de caballitos (wheelie) regulable en tres niveles.
  • ALC: Aprilia Launch Control, el sistema de ayuda en la salida para uso exclusivo en pista, regulable en tres niveles;
  • AQS: Aprilia Quick Shift, cambio electrónico, para cambiar rápidamente sin tener que cerrar el acelerador y sin emplear el embrague.

Prueba Aprilia RSV4 APRC SE: belleza sobre dos ruedas

Vamos, la bomba. No hay una moto actualmente que tenga tantos y tan efectivos gadgets para aprovechar al máximo su conducción deportiva. Cuesta acostumbrarse a la pétrea estabilidad del chasis en curvas rápidas, en las que además puedes entrar acelerando sin remisión gracias al control de tracción adaptativo al que nunca le llegas a encontrar – ni siquiera a acercarte – los límites, especialmente en carretera. Cuando entra en acción, y como es habitual en estos sistemas, tienes que acostumbrarse a esta momentánea sensación de falta de potencia, que en realidad es el sistema entrando en acción y asegurando la carga de la goma con el suelo. En cuanto al anti caballitos y el control de salida, prácticamente sólo lo pondrás a prueba si compites con ella. Por otro lado, el cambio semiautomático funciona casi sin retardo y francamente bien.

Prueba Aprilia RSV4 APRC SE: buscando la mejor trazada

El motor V4 es fastuosamente potente, puesto que ronda los 190 CV reales, pero su progresividad es tal, además de contar con una primera muy larga que te lleva tomar muchas curvas en esta marcha (al estilo de la Yamaha R1 Crossplane), que te cuesta más tiempo acostumbraste a su peculiar tacto, muy alejado de los 4 en línea, que a su potencia. Traquetea en bajos y hasta que no llega a medio régimen no empieza a girar redondo… como una verdadera moto de carreras. Desde luego, no es el mejor motor para llevar por la carretera y la calle, porque sus genes de circuitos se evidencian cada vez que intentas rodar tranquilo, en ciudad o te paras en algún semáforo, donde su tacto poco refinado te demuestra que a un pura sangre no se le puede tratar igual que a un caballo de paseo. Además, está su ergonomía exigente, retorcida y puramente de carreras, que se incita a descolgarte y a atacar en cada curva. Tu espalda, antebrazos y lumbares terminan machacados, pero… ¡que todos los sacrificios fueran tan agradables!

Prueba Aprilia RSV4 APRC SE: especie sport

Tanto la amortiguación Öhlins como los frenos Brembo tienen la calidad que inspiran sus nombres, por lo que tu problema será traspasar ni siquiera la mitad de sus posibilidades. Lo mejor de todo esto es que tenemos tecnología que ni siquiera los mejores pilotos habría soñado hace pocos lustros, y por un precio realmente asequible para lo que recibimos a cambio. Tampoco olvides que estás ante la deportiva más bonita del mercado, simplemente subyugante, preciosa… y por si fuera poco, la campeona del mundo de Superbikes. ¿Quién da más?

Para muestras el vídeo

Juzgando la SBK

Lo mejor

  • Tecnología.
  • Comportamiento deportivo del motor.
  • Diseño simplemente inmejorable.
  • Excelente relación calidad-precio.

Mejoraríamos

  • Ergonomía muy exigente.
  • Tacto del motor en bajos y medios.
  • No apta para novatos.
  • Polivalencia casi nula.
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